Una niña está sentada esta noche en el balcón de la Luna. Lleva un vestido azul de cielo y en el corazón, una amapola del mismo color...Es delgada y pesa poco para la Luna pues la pobre, ya lleva el peso de tantos corazones que la visitan.
De sonrisa azul, esta niña vigila cada corazón de la tierra y lo hace suyo. A veces llora con pena, otras canta poemas azules y otras, alza la mirada allá donde está el sol por poner azul el mar...
Vuelan los amantes detrás de esta niña que desde el cielo canta en la media Luna. No conocen su nombre y su rostro tan lejano apenas se distingue. Los más osados se apuntan de astronautas y los miedicas, le rezan a Dios por conocerla...Pero ella es libre como las amapolas azules del campo por ser especie protegida sin darse a nadie...
A veces llora penas insufribles, otras canta con su noble corazón y yo, pobre de mi, enciendo mi linterna en la noche más oscura para encontrarla, cuando la Luna tiene su cara oculta por protegerla de quién quizá y sin quererlo, pueda hacerla daño.
Llega la mañana plena de luz. La Luna se va a descansar despues de recoger los sueños de quienes sueñan y esta mujer, se vuelve vapor de agua que se hace nube y llueve por amor en las campiñas y riberas de los ríos donde cada primavera, los enamorados buscan amapolas azules...que dicen que traen suerte a las almas viajeras...
Precioso relato .
ResponderEliminarBesos.
Felices Fiestas Buscador.
ResponderEliminarBesos.
Felices fiestas de Navidad y un venturoso Año Nuevo 2018
ResponderEliminarFina
Qué cuento tan precioso!Tú sabías que a mi me gustan los cuentos mucho,incluso los colecciono?
ResponderEliminarAún queda en mí la parte de niña,afortunadamente.
Tu cuento es tan dulce,como la música de Maná cantando a Cristo.Ellos son creyentes y tuve la ocasión hace dos años de verlos en un concierto en Bilbao.
Inmenso!!
Bueno,me retiro ya!!
Besucos
Gó