No sabía cómo decirlo. Miles de pensamientos atropellaban mi sentir
de camino a la cafetería. Quería algo especial para tí; algo original
después de tanto tiempo sin hablarnos, después de malos entendidos poco
aclarados....Era emocionante nuestro encuentro, mi corazón latía vida y
daba gracias por el momento que sucedería a las 10:30, hora de nuestra
cita.....Pensé en comprarte un regalo o una flor...pensaba tantas cosas
que no reparaba en ninguna. Por mi memoria se sucedían nuestras
vivencias cargadas de emotividad, mis ojos cristalinos buscaban un buén
empiece en la palabra; algo que rompiera el hielo y que como un dardo
entrara en tu corazón....
Buenas noches amigo , un buen reencuentro que deja que aunque pase tiempo y hayan sucedido cosas en ese intervalo , la buena amistad o el amor adquirido no se olvida ...
ResponderEliminarUn abrazo
Son encuentros que suceden sin palabras. Los abrazos acunados, prietos de los reencuentros amados conllevan tantas emociones que sacuden los sentidos, y sí, el aroma de una colonia, puede resumir al ser humano que lo habitaba hace tiempo. Rememora los instantes pasados con él. Pero el aroma a café, a arroz con leche o a sopa de Navidad son también emblemáticos de personas. En mi caso el aroma a arroz con leche, de verdad, no de supermercado, evoca a mi madre. Siempre.
ResponderEliminarUn abrazo