Desde hace años, veo cada día amanecer. Las cuatro estaciones se van sucediendo ante mi mirada cuando mucha gente todavía duerme. Ahora amanece más tarde a estas alturas de julio pero el anochecer en estos momentos que son las 21:47 aún se prolonga en la luz. Recuerdo los amaneceres de verano cuando tocaba levantarse a esa hora donde podías dormir o esos inviernos crudos donde la carretera tenía placas de hielo. Recuerdo a tantas personas que han viajado conmigo que todas iban en silencio...sólo con el sonido de la radio para escuchar las noticias o simplemente música para compañarnos. Recuerdo esas madrugas de frío donde el sol siempre salía por Fernán Nuñez y mi mirada se perdía en la campiña cordobesa...
El amanecer tambien me sorprende pescando en el pantano de Iznajar. A veces se agradece la llegada del sol pues en la orilla corre una brisa traicionera...Y mis amigos que se alegran cuando antes de que salga el sol ya tienen una carpa y también recuerdo esos amaneceres de clases particulares cuando mi madre me despertaba enfadada por mis suspensos o de ver mi calle solitaria todavía en silencio donde da gusto pasear...
Cada 27 de julio al amanecer, trae a mi memoria mi nacimiento pues nací al amanecer. A veces, con el amanecer sueño cosas que van enlazadas con mis recuerdos más íntimos. Sueño con mi padre ya fallecido, con mi abuelo o con el silencio que se apodera de mi casa como si fuera un embudo donde solo se escucha a mi respitar...
La luz del amanecer entra frágil por mi ventana. Mucha gente duerme con los balcones abiertos. Muchos despertadores suenan a las 6 a las 6:15, a las 7... y los sonidos cotidianos devuelven la vida cotidiana de mi pueblo. Conduzco mi coche casi al amanecer. Me cruzo por las calles a los barrenderos, a los basureros o a los repartidores del pan. Salgo de mi pueblo con gente enferma. La mayoría en busca de un consuelo y el sol del amanecer, siempre me sorprende por la carretera; antes de llegar a Córdoba lejana y sola...
Eres un poeta.
ResponderEliminarSaludos.