Las personas soñamos con metas o cosas increibles. A través de los sueños nos deslizamos donde quizá nunca llegaremos o volveremos a llegar...Nuestro mundo interior se manifiesta y si alguien interpreta nuestros sueños cuando dormimos, nos dice verdades que no se esperaban. Cada persona es fuente de riqueza irrepetible. Sin embargo, las personas también somos curiosas en nuestra búsqueda. Vamos detrás de un misterio que nos alienta y estimula pues vamos recolectando el saber que nos enriquece. Hay gente tremendamente curiosa que nunca sacia a su corazón; en ello emplea su tiempo. Tengo un amigo donde su curiosidad es inabarcable y ya tiene 80 años. Pero además de los sueños y la curiosidad, también está la necesidad y eso, ya son palabras mayores. Reconozco que muchas de mis inquietudes parten de una necesidad. Dicen que nadie es más inteligente que el hambre. Con el hambre de la necesidad se hallan muchas cosas que quizá no se buscaban en el camino. Uno se predispone a la aventura sin dar un paso atrás quizá con miedo, a lo mejor con valor...La necesidad detiene al mundo buscando una solución de lo que nos rodea para buscar sin parar ; es como un fusil que se dispara para calmar el hambre. Una persona bién educada debe de saberlo...El amor a la verdad es algo inabarcable cuando lo divino se mezcla con lo humano. Quién cruce la frontera y desde allí me lea, sonreirá al leer mis palabras...Encuentren para contarlo y no se queden en el camino.
Cuado se tiene curiosidad es porque todavía se tiene ganas de aprender y eso no tiene edad. Un abrazo y me alegro de leerte.
ResponderEliminarLa edad es lo que nos permite saciar la curiosidad, de hecho es esa curiosidad lo que nos mantiene jóvenes.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
La vida es una búsqueda sin fin. Un beso
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