jueves, 21 de agosto de 2014

A mi, plín...


La gente nos observa y nos escucha; piensan acerca de sus conclusiones y más de una vez, nos ven con el culo al aire. Nuestros amigos y nuestra familia, los conocidos y los allegados; todo el mundo saca sus conclusiones en el valor de su juicio...Desfilamos por una pasarela y nos exponemos a lo bueno y lo malo. Lo mismo me sucede con todo el mundo...siempre emitiendo juicios como si fuera algo muy serio a qué atenerse....
Es probable que de nuestras palabras y nuestros hechos, la gente sepa de nosotros más de lo que quisiéramos. Eso no es malo ni bueno, allá cada cual.
Existen ocasiones en las que se requiere mucho valor y sinceridad y es que, sentirse desnudo con el alma denuda en un momento justo delante de alguien, es sentirse un poco frágil...Todo depende de nuestra reacción en ese momento delicado para que el juicio de cada cual, encaje con lo que somos realmente.
Los comentarios pueden ser perennes a veces y en la variedad hay muchos colores. Podemos caer simpáticos sin hacer nada o también, hacer enemigos instantáneos. Por eso y por mucho más, debemos tener claro quienes somos y a eso se le llama seguridad...luego, que digan lo que digas...