martes, 18 de mayo de 2021

La breve historia de un momento

 


 

  A veces paseo. La soledad me toma de la mano y yo le cuento cosas que no se graban mi recuerdo tan sólo, se pierden pasados unos minutos. El desasosiego busca con pasos perdidos viejas deudas y la vida, se desmorona tornándose de un gris muy íntimo, casi oscuro que falla y que busca una respuesta para tapar un agujero  invisible. Me pierdo en entresijos; acertijos donde nunca hay una respuesta, tan solo mi voz, mi voz que escarba y hasta me hiere cansándome siempre de lo mismo donde nunca pasa nada. Vuelvo a este estado de ánimo familiar. Necesito un descanso o una luz mientras esta primavera sigue imparable para los corazones que sueñan cosas que ayudan a vivir.

Durante un tiempo dejaré de escribir. Ultimamente he faltado a mis citas y os pido perdón pero estos días los voy a dedicar entéramente a mi. Haré todo lo que me plazca; hasta me dejaré la barba y espero volver para ver en mi mapa de visitas que hoy también te acordaste de mi, tú que no tienes rostro venida de tan lejos o tú que me haces comentarios donde sé que siempre estás ahí o yo mismo cuando en mi imaginación infantil me veo con mi luz de flexo encendida y muchas veces, con la mirada perdida apuntando allá donde nace lo creativo y esa sensación de libertad que nunca me deja...

Espero volver pronto.

Buscador.

 


 

 

 

 

 

lunes, 10 de mayo de 2021

Los sonidos del silencio

 

 


 

 

 Esta tarde cogí otro virus. Se iba fraguando desde ayer noche y esta mañana tomó posesión de mi corazón. Al parecer, la primavera confabula y la gente que es indeseable contribuye. A veces me agobio y los agobios no los llevo bién cuando hay un desengaño.  No es porque me sienta solo porque me soporto, ni me hunda por completo porque tengo mis defensas. Tampoco es novedosa esta enfermedad ya que tengo mis años pero, uno se repliega de todo el mundo como un caracol lo hace en su casa y espera un tiempo mejor para darse. Comprendo y tengo misericordia sobre las personas que se equivocan incluso, de los que hacen las cosas y piden después perdón pero, también sé que estos no son los mundos de Yupi y hay gente que dispara directamente al corazón para hacer daño. Conozco gente mala, demasiada, pero mi pregunta del millón sin responder para saber qué clase de vida llevan para sus adentros para desfogar de esa manera. Escribiendo esto me hago fuerte sobre lo que pienso. Una fuerza nace de mi corazón como rebeldía para no caer en algo peor que me haga sentir a ras de tierra. Me desahogo, respiro y me recompongo porque también Susana me ha ayudado a caminar para no caerme de nuevo.


Gracias Susana.



sábado, 8 de mayo de 2021

El milagro de vivir

 


 

  Las personas somos ingenuas y quizá tenemos poca conciencia de saber hasta donde podemos llegar. Vivimos unas veces de epectadores y otras de protagonistas pero siempre somos nosotros y nadie más. Las personas, animales y cosas, el mundo entero y hasta el universo, somos nosotros mismos sin darnos cuenta de esta simpleza; el universo de lo material y espiritual es una parte de nosotros mismos...

Los seres con que te relacionas y las impresiones que tienes, todo lo que adquieres en este mundo, no es de otro sino de tu mismo. La maravilla del ser humano tiene un alcance infinito donde todo cabe; hasta lo absurdo. Si te caigo mal, si escuchas una música determinada, si prestas atención a tu vecino, amigo o pareja o incluso, todo aquello que atribuyes a otra persona, has de saber que eres tu mismo. La belleza y lo deleznable, tus gustos o aprensiones, incluso el parecer de otra persona forma parte de tu personalidad hasta donde no alcanzas.

Con la muerte, la luz de la vida se apaga. Dejarás atrás todo lo que fuiste y también desaparecerá la palabra. Tu alma alcanzará el cenit de la perfección pues todo lo mundano se esfumará en un chasquido; dejarás de ser tú. Quién padezca alzheimer, todo lo que es, se irá perdiendo hasta no ser nada ni nadie. Basta para hacer un ejercicio para comprender el milagro de la vida y ese milagro, eres tú y sólo tú.

 


 


viernes, 7 de mayo de 2021

El vuelo del vencejo

 

 

 Llega mayo con luz intensa de primavera. Florece tu corazón en pétalos de poesía y todo se vuelve especial bajo la influencia de la sensibilidad...Un manantial de profundidad se hace sencillo en cada verso y uno agradece este respiro de plenitud. Tus manos emulan las alas de una mariposa que encumbran al caminante en sus pasos encontrados; allá donde el silencio rompe en palabra y la vida se hace más ligera por beber de tu fuente.

Hoy mi cielo está azul. Dicen que lloverá para el domingo. El agua regará los campos de mi campiña cordobesa que desde la carretera, parece un mantel cuadriculado. Me recreo con detenimiento hasta expandirme donde quizá nunca visité una estancia de mi alma. La fragilidad, con la delicadeza, viste a la primavera bajo un mundo multicolor en que la vida vuelve a renacer con ilusiones dormidas. Me emociono y me ensancho, te recuerdo y me dan ganas de llamarte para saber cómo te encuentras.

Casi termina esta mañana y llega el mediodía con vencejos y gorriones incansables que hacen sombras en mi ventana. Cantan a la vida y al amor, velan por sus nidos en los tejados y la vida no cesa ni un solo momento ni tampoco espera a los despistados. Algo o alguien nos empuja a la vida de forma vertiginosa pues otro ciclo se está cumpliendo como hace milenios...Esta mañana, a pesar la distancia, quise estar a tu lado como tantas veces que te recuerdo...

Para mi amiga Gó.

 

 

sábado, 1 de mayo de 2021

Cadena de besos

 


 


  Era un joven, hermoso y enamoradizo solitario. Soñaba siempre mezclando inágenes y pensamientos, sentimientos y tristezas que lo llevaban a la nada de ninguna parte. Nunca tuvo una relación...Con la primavera su corazón se prendía en flor. Paseaba por las calles ausente de todo menos de las mujeres con las que se cruzaba. La sensibilidad y la timidez eran sus amigas de infancia, juventud y madurez. Sin embargo, se sumergía en su mundo interior ajeno a si iba bién vestido o aquel día se le olvidó afeitarse. En el banco del parque dejaba los sueños florecer y el tiempo pasar con mirada perdida; ausente. Jamás supo del contacto de una mujer como a qué sabía su boca o cómo se hinchaban los pechos al acariciarla; imaginaba miles de conjeturas que desembocaban en otra maravillosa mentira que coleccionar. La vida pasaba plena de estaciones por aquel entonces donde la primavera estrenaba el otoño de su vida...

Tenía un idilio con la cajera de un supermercado. Tenía otro con una dependienta del Corte Ingles y con una chica que de vez en cuando le vendía una papeleta para una rifa. Aquel día rifaba una plaza para un concierto de jazz en el Gran Teatro, con los asientos numerados y separedos por causas del virus. Tuvo suerte

Llegó la noche. Tomó asiento por la mitad de la sala. Su imaginación iba a mil por hora y escuchar a John Scofield era todo un lujo para los sentidos...
 

Gentes venidas de decenas de sitios ocupaban aquella noche las butacas del teatro. Según a su parecer, adivinaba historias biográficas en cada rostro. Unas veces reía para sus adentros y otras su cara se ponía seria hasta que apareció ella como venida de la nada.

Todo el mundo se quedó ausente menos ella. ¿Quién sería? ¿Cómo se llamaba? ¿Dónde vivía?. Tomó asiento en la diagonal mostrando un perfil hermoso y delicado. Llevaba ropa sencilla y un colgante de plata. Los pendientes hacían sombras en su cuello y los labios estaban pintados de rojo. El universo entero puso todo su peso sobre su corazón...El concierto dió comienzo y aquella noche John estaba inspirado. Ella sonreía llevando el ritmo de cada tema y el se moría por ella a cada segundo. Era la mujer perfecta para cada melodía; la delicadeza de una noche de primavera cuando mayo muestra su flor pero, ¿quién era?.

El concierto tocó a su fín. Tropezando con la gente oculta en su mascarilla la siguió hasta la puerta. Si ella se detenía, el también. Allá donde ella mirara el también lo hacía. En el hall del teatro alguien la esperaba y ella apuró su salida...El universo entero se derrumbo en su corazón y con pasos cada vez mas lejanos, la perdió en la distancia como un largo adiós...

Alguien hizo un toc toc a su espalda. Era una chica desconocida que quiso presentarse porque al parecer lo vigiló dos filas de asientos más atrás en su diagonal y que ahora, ella que nunca estuvo con ningún hombre, se decidió a dar un paso al amor...