jueves, 25 de marzo de 2010

Vivir para vivir

He pensado en la cantidad de veces que nos caemos y nos volvemos a levantar. En la infinidad de cambios que tomanos en la vida y en el precio que pagamos por ser lo que somos. Con frecuencia, mi memoria rescata imágenes del pasado con momentos que fueron decisivos para mi futuro. Esa magia de variar nuestro rumbo en el camino para tomar una determinada actitud, me mueve a pensar en la profundidad tan variable y plástica que podemos llegar a ser.
Sin lugar a dudas, aprender a pensar y a escuchar de todo aquello que nos rodea es algo preciso en la vida pero, ese mundo interior que no nos deja ni durmiendo está algo descuidado. Parece ser que tener un criterio propio y actuar de una manera particular, sigue sin ser aceptada por la mayoría. Los problemas personales son los mismos pero no su imagen de cara al público y para tener una autenticidad, hay que pagar un precio que puede ser bastante caro.
Entrando en la semana santa del 2010 las calles se llenarán de procesiones, velas, incienso y gente. La pasión de Cristo crea en mi interior algo conmovedor y creo verla a diario en muchísima gente. Me asombra ver todo aquello que está tan lleno de verdad, que ni el más insoportable ser se atrevería a poner su mano allí: No es corriente que suceda, pero pasa... Hace unos días escuché "La saeta" de Joan Manuel Serrat. En ella habla del día a día porqué solo quiere recordar a aquel que predicaba en vida y no en muerte....
La memoria de mi vida tiene multitud de imágenes y de pensamientos; de sentimientos y de valores rescatados de las cenizas por caerme y volverme a levantar.Desde aquí, invito a quién me lea para que piense que estos días son la necesidad de crecer y morir por una causa por la que valga la pena vivir...

No hay comentarios: