Una vez más participo en los relatos de los jueves. Esta vez Neogeminis nos invita a la imaginación con unas fotografías urbanas. Os dejo el enlace con mis pobres conocimientos de informática y espero que disfrutéis de los relatos. Reconozco el esfuerzo que supone ser el anfitrión de un jueves.
Gracias.
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https://neogeminis.blogspot.com/2024/05/cada-jueves-un-relato-sombras-urbanas.html
Desapareces y andas en danza por los corazones; siempre estás cuando alzas tu voz. Al parecer eres invisible la mayor parte del tiempo y también eres ciudadano del mundo. De un golpe nos pones en movimiento de las formas más diferentes tal como si fuera un huracán en nuestra acción o al escribir un poema de la forma más pacífica. No sé tu nombre o si eres un Ángel que me conduce muchas veces por el laberinto del pensamiento. Te he visto en otros rostros que tienen una misma mirada poseída e imparable y te he visto apagado, cansado o desentendiéndote en ese momento cuando me miro al espejo y ese ser soy yo. Sin embargo, me despiertas muchas mañanas con el canto de tu inspiración y me haces sonreir... Los elegidos siempre caminan contigo en esa profundidad donde el poeta canta al haberte conocido. Ardua es la tarea de quien te busca porque una vez te hiciste presente y a partir de entonces, busca una piedra remota que se lanzó con una honda lo más lejos posible y allí, en lo más lejano del pensar, estás Tú siempre cercano al encontrarte...
Hasta que llega ese momento y pasar a la acción, no sabremos de lo que somos capaces de hacer. Tenemos cualidades desconocidas para hacer cosas propias de Superman. Tenemos una idea equivocada del límite de nuestras fuerzas y cuando llega el momento, las sacamos de donde creemos que no hay. Conocemos solo una parte de nosotros y quizá muramos sin conocer la otra parte pero, Dios nos hizo de esta manera. Todo cuesta un esfuerzo para avanzar, somos seres únicos en la creación y eso vale mas que todo el oro del mundo. Nuestras capacidades superan a la imaginación cuando llega el momento de la verdad...podemos sorprender a cualquiera pero muchas veces, todo queda en silencio como si no existiéramos.
Me llevan en una camilla y el celador es un hombre de buena palabra y experimentado. La estancia es fría, tan fría que me hace tiritar y allí está el cirujano con su equipo esperándome. Hay mucha gente y tengo miedo; un miedo donde me lo juego todo o nada. Me calman, me alientan, me dicen cosas bonitas y me piden que les diga mi nombre, donde vivo, con quien estoy casado, cuantos hijos tengo y también me piden que cuente atrás desde diez cuando por el 6 ya estoy anestesiado...
Escucho comentarios lejanos. Sonidos metálicos, líquido frío sobre mi pecho como quien pinta con una brocha y también silencio, mucho silencio tan tenso, que la realidad tiene un peso que no se soporta. Huyo dentro de mi corazón y me pierdo en la oscuridad. Un túnel me da cobijo y calor como quien viaja al infinito y se pierde. Allí siempre hay un respuesta sencilla a mi complicada vida y me dejo caer a plomo en este pozo en cuyas paredes hay verdades como templos...y viajo y salgo de mi mente para ver mi cuerpo abierto que espera un órgano. Todo es una película de lo que sucede en la realidad y no tengo miedo sino la esperanza y el agradecimiento de quien me salva la vida. Tengo el poder de la verdad pues mi crecimiento interior fluye con la luz divina y todo es sencillo. Ahora no siento frío. Soy testigo de la sabiduría y desde lo más profundo de mi corazón subo a la superficie donde una mujer me habla por mi nombre para que despierte...
Suena el teléfono y mi mujer contesta. Yo despierto con plenitud y cuando la miro me dice: "Llaman del hospital arréglate que tienen un corazón para ti" y yo respondo: "Todo irá bien"...
Estaba ya cansado. La gente llenaba el circo con ese murmullo de voces y de niños que entraban en el camerino de la rulot. Aquel vocerío siempre era el mismo y aquella, era la última función después de 60 años para hacer reír; 60 años casi de los mismos chistes y las mismas expresiones que tanta fama le habían dado. En esos momentos era el hombre más solo del mundo. Mientras se maquillaba, la mirada le decía que era lo que pensaba como algo que rebota para entrar de nuevo en la cabeza...La rulot llevaba impresa su fotografía siempre sonriente con letras grandes que decían que era el payaso más famoso del mundo: "Harry Lowen" (así se llamaba) ; aquel nombre lo perseguía como una maldición para obligarlo a estar siempre de buen humor. Aquel día, era el de su jubilación. Su mujer, sus hijos, sus nietos y demás familiares asistían al espectáculo. La T.V. emitía en directo pero a Harry le pesaban los años y el ánimo...
La orquesta del circo comenzó a interpretar la música de su show. Abrió una cajita que siempre la tenía para momentos de urgencia. Aspiró una raya de coca de la cual ya estaba enganchado. Se puso de pié, se colocó la peluca multicolor y salió de nuevo y por última vez a la pista para hacer reir con palabras y gestos que ya le daban asco...
Nunca jamás el arte será valorado ni la educación tampoco. Vivimos en una vertiginosa realidad de unos desgraciados que piensan en el poder y en el dinero. Vayas donde vayas la belleza te rodea en su sensibilidad. Puede ser una plaza, un monumento, una localidad o una persona para que todo se vaya al garete cuando surge un conflicto. Somos testigos todos de la deslealtad a algo tan frágil como son los valores de la persona. Han muerto millones de personas en los últimos tiempos ¿ te imaginas conocerlos en persona ? te imaginas la tragedia que experimentamos al ver que desaparecen por unos cobardes que mandan a matar a otros mandados que si mueren fueron héroes de guerra. Miro la maravilla de tanto trabajo de poner el corazón en cosas que se pueden perder cuando un desaprensivo, aprieta un botón y todo desaparece...
