viernes, 6 de diciembre de 2019

Caída libre






Llegó la Navidad en un hospital. El calor de la planta le ahogaba y tuvo ganas de volar. Ya eran las tres de la madrugada en aquellos días interminables cons sonido de enfermeros, enfermos, familiares y televisión. Quiso volar como quién busca una salida o un respiro...Casi de incognito salió a la azotea y su compañero le preguntó que adonde iba y el con el dedo en los labios le pidió silencio...

 Enfermo salió a la terraza del hospital. La novena planta de oncología. Todo el mundo dormía y se respiraba paz. El suelo estaba frío como la nieve. Su desnudez le invitaba a dar un impulso para volar. Miró al cielo y no se divisaban las estrellas. Miró al suelo y todo era gris con bombillas encendidas...Recordó aquella frase que le decía que por encima de las nubes todo era claridad pero, el cielo estaba aún muy lejos. Volar ya lo había hecho en sueños aunque ahora tiritaba de frío, de miedo y soledad; de lo cotidiano que todo lo corroe. Ansiaba una salida para calmar la sed y tenía que aprender a volar para subir al cielo. Alzó la mirada envuelta en gotas de lluvia y de pronto reparó en su corazón que lo llamaba con la voz del silencio. Fué una ocasión de segundos; la suficiente para entrar en la sabiduría cuando aquella ventana se abrió. Una voz sin palabras lo llamó; un corazón gemelo le abrió las puertas del infinito y aquel infinito, era el cielo...Hubo un detenimiento, una claridad, una luz, una respuesta. Cerró los ojos como en una oración envuelto de lluvia y de frío. Su corazón mostró un vasto imperio para volar por encima de sus pesares: de sus sentimientos. Jugaba y transformaba a placer su vida cotidiana pero cruzar la frontera, era alzar el vuelo hacia lo divino...

Una voz lo llamó. Abrió los ojos plenos de plenitud. Era la muerte que lo aguardaba con una guadaña. El se dejó caer en caida libre al vacío sin miedo por haber hallado lo que tanto buscó...




7 comentarios:

Tracy dijo...

¡Qué duro!

Albada Dos dijo...

Pienso que quien está en oncología ha pensado mucho en la muerte, la ha desmitificado, se ha hecho amigo de ella y de su sombra nocturna. Entiendo que esa revelación, sea por medicación, o por experiencia religiosa, le da el impulso para volar, esta vez, para siempre.

Muy buen post, Buscador. Lúcido y tierno a la vez. Un abrazo y feliz finde

Susana dijo...

Impresionante. Un beso

Campirela_ dijo...

Nos has dejado una buena , muy buena entrada donde la clave esta en esa terrible enfermedad que desespera al más pintao ..La muerte tal vez la vean como la salvación aún así siempre hay que tener esperanzas , sé que es difíci pero hay que tenerla ..voló y encontró lo que buscaba..Un abrazo amigo feliz sábado .

© Lucía Conde Parmés dijo...

Deja mal cuerpo leerlo. Pero es real como la vida misma. En Navidad no todo son luces de colores, hay mucha gente que sufre y algunos sufren tanto que desean la muerte.

Mil besos.

jesus alvarez dijo...

Es un texto sobrecogedor, conozco por desgracia lo que es pasar muchas horas en las plantas de oncologia de los hospitales por familiares muy cercanos que ya no están por desgracia y esas palabras me llegan muy hondo, saludos y feliz semana amigo.

CÉU dijo...

Hola, amigo Buscador!

Tus escritos son sempre muy significativos y reflexivos y este no es exceção y se passa en Navidad.
Excelente descrição das sensações y da atitude daquele enfermo de oncologia. Foi su fin, pero tal vez ele lo desejasse.

Besos y dias felices.