Todo es un nacer y de vez en cuando un renacer. Pensamos sin parar en cosas que a veces no tienen importancia mientras que el día pasa y pasa a cada segundo. Al despertar, cada mañana comienza en ese día donde todo está por descubrir como canta Serrat en su canción. Vamos enlazando pensamientos y sentimientos pero siempre vamos y vamos y casi nunca a nada en concreto, solo pasar el día hasta que llegue la noche. Pienso que en eso consiste la rutina del día a día...Sin embargo, la felicidad existe. Podemos estar sumergidos en este día cotidiano pero, hay un sentimiento especial en casa cosa que pensamos o nos sucede; algo mágico que no hace ver que nuestro momento es especial por venir de nuestro corazón. Escuchar esa voz sin palabra embriaga al ser reconocida. Disfrutar de lo simple es una riqueza si se acompaña de ese sentir que tienes en el corazón...Cosas están mas lejos por descubrir. Cada persona es única como cada día.
La preocupación muchas veces es ese fantasma que nos roba el tiempo...