domingo, 6 de febrero de 2011

Fidelidad

Con frecuencia nuestro pasado nos persigue buscándonos y pidiéndonos solución a una chapuza de la vida. Como pieza de un puzzle, mi vida se compone de unas cosas maravillosas y otras no tanto. La razón de ser como soy es resultado de tal cantidad de sentimientos, pensamientos y hechos que son tan imposibles de abarcar que me pierdo... Desde hace mas o menos veinte años, me persigue una imagen a la que le debo mi buen hacer diario. Esa imagen nunca fué impresa y tampoco se reflejó en ningún espejo: Tan sólo, me soñé...
Esta tarde, mi amiga Reme me sugiere que escriba sobre la infidelidad y yo no encuentro mejor motivo que aquello a lo que le debemos desasosiego por traicionarnos a nosotros mismos. Me recuerdo tan joven e inmaduro en esa pesadilla que sólo me importa aquella mirada llena de desolación. Desperté llorando una noche y cuando abrí los ojos, supe que mi presente era el mismo. Mi repulsión a lo despreciable creció de tal manera que empecé a quererme poquito a poco y a remediar esos vacíos que llenaban mi vida. Siempre procuro ser fiel a mí mismo y engañarme lo menos posible pero la inmadurez de aquella época y la poca orientación, hace que tropecemos muchas veces en la misma piedra...No hay nada más hermoso que crecer cambiando unas cosas por otras para ser más feliz y admiro a la gente que tuvo una oportunidad en su educación para ser quienes son.
Mi amiga Reme como todos, se debe muchas cosas perdidas y quizás son heridas que no cicatricen así como de cualquier manera. La recuerdo con los mismos sueños y los mismos ojos llorosos...Me pregunto si mi inocencia y la de mi amiga Reme es algo crónico o también me pregunto si curar la bondad del corazón, es perder lo más genuino. Sin duda, ser fieles a nosotros mismos en el hacer diario cura aquellas heridas que pierden su valor por volver a SER para VIVIR...

Para mi amiga Reme.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

uno se intenta engañar lo menos posible, lo malo es cuando te engañan,,,pero tienes razon hasta q las heridas no cicatrizen, y se quiera uno mas cada dia, no vive, tan solo deambula,,,,

Anónimo dijo...

No ser fiel a uno mismo, es la más grande y peor infidelidad.