domingo, 5 de enero de 2014

Historia nocturna



Esa noche "La Tequería" estaba casi vacía. Los habituales volvían a reinar en la barra del pub y al piano Felipe "El enamorao" ponía música a la madrugada. Era noche de martes y para ser Abril hacía mucho frío en la calle. Buscador se pidió otro whisky con 7UP...-él lo llamaba "Pata Negra"´- y su amigo El Oreja, un "Terlenka". El humo de los cigarrillos y los canutos hacían llorar los ojos más sensibles. El pianista tocaba por compromiso piezas de jazz que nadie escuchaba; todos hablaban y reían contaminados por el etílico y los canutos, hasta que se abrió la puerta de un golpe y la gente se volvió para observar al individuo que entraba en aquel instante. Se hizo el silencio, era Amigo un hombre extraño que había venido del Norte para trabajar en el Ministerio para la Conservación de la Naturaleza. Se sentó, como siempre, al lado de Buscador, poeta de medio pelo por ser calvo y amante del jazz más genuino. Detrás de la barra servía "Sirena Varada" que al ver a Amigo se apresuró a ponerle una cerveza que no dejó que pagara. Por eso el silencio de la gente... porque ella dejaba lo que estuviera haciendo en eso momento para atenderle, y siempre lo invitaba. Aquella mujer despertaba pasiones allá donde fuera. Según decían, vino del Este, cuando lo del auge de los invernaderos del tomate. Felipe estaba enamorado de Sirena y sabía pulsar su fibra sensible cuando tocaba "Bésame mucho" en versión de jazz. Sólo un golpe de piano bastaba para hacerla llorar...un golpe que arañaba el corazón. Buscador era un solitario que parecía no serlo, un hombre serio que no era serio, un personaje popular al que todo el mundo quería tener cerca, algo que a él le importaba un bledo, sólo le interesaba escribir en los corazones que las palabras llevan. Amigo era melancólico, hombre de pocas palabras y fácil para emocionarse. Sirena se enjugó las lágrimas de la nostalgia. Amigo, Sirena y Buscador se miraron sin decir nada… las palabras morían otra noche más en los ojos de aquellos extraños corazones inundados de tristeza.


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