El fín se acercaba y el lo sabía. La maldición del destino se volvería a cumplir pues a cambio de la sabiduría, llegado un momento, debía de ofrecer su vida pero antes de todo eso, cuando era aún joven, tenía que matar y dar sus ojos para satisfacer al demonio...
El
ciego tenía luz en su corazón. Tropezaba con todos los obstáculos y
hasta se caía al suelo pero, su corazón tenía luz propia....Con mirada
ciega, el horizonte de su corazón era inalcanzable y tan bello, que de
su boca tan solo tan solo afloraba la poesía.
Alguien quiso
saber de el para imitarlo. Jamás tropezaba y su vista era de águila pero
su corazón se hería continuamente con padecimientos. Ansiaba tener la
felicidad del ciego pero no encontraba respuestas. La envidia le corroía
el alma pero, ¿cómo podía tener el Don de la poesía si para todo el
mundo era la perfección de no tropezar con nada del mundo
exterior?...Cansado de dar vueltas y mas vueltas decidió acabar con el
ciego porque su ejemplo ya le molestaba...y satanás acudió a una nueva cita.
Lo enpujó al borde de
un precipicio rocoso y el ciego murió asesinado. A partir de ese
momento, las noches se llenaban de fantasmas y no podía dormir. El
fantasma de la conciencia le carcomía el corazón y el de la locura le
acechaba en cada rincón de su pensar...Se arrancó los ojos creyendo que
así no tenía alucinaciones pero aquellas imágenes que se repetían y se
repetían, jamás cesaban. De todos estos y más padecimientos, un día de
sinceridad para sus adentros pudo tocar la bondad de su corazón. Jamás
se separó de el y fué tal su visión interior, que tropezaba con todas
las cosas que antes no tropezaba....
Llegó a ser sabio y viejo en edad pues de su boca tan sólo afloraba la poesía hasta que alguien, quiso ser como él sin saber como. El pasado le volvió a visitar arrastrando una pesada cadena cuando de un golpe de envidia, la historia se repitió y a ese alguien, el destino le volvería a pasar la misma factura...
El demonio acudió a otra cita...
1 comentario:
Muy buena historia amigo, y la vida en realidad siempre te devuelve lo que sembrás... como reza el dicho, cosecharás tu siembra...
Excelente.
Besos al alma.
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