miércoles, 13 de febrero de 2019

Rozando lo que era nada y silencios




Hoy me he sentido habitante de un páramo. No había nada definido, tan sólo confusiones de cosas poco claras en mi corazón...Pero cuando el caos me acecha, doy gracias a Dios de retomar mi vida y así, de un empuje, me hago más fuerte y conocedor de aquello que no me dejaba vivir. Uno madura poco a poco deleitándose con los frutos recibidos. Parece ser que la vida es una contínua búsqueda por la que muchas veces se paga un precio y casi siempre, los mejores pasos encontrados son fruto de mi soledad y de mi silencio. Ahora juego a juegos que no me permitía jugar siendo la vida tan sencilla como es...



2 comentarios:

Campirela_ dijo...

Amigo nunca se deja de aprender y si descubres día a día nuevas cosas eso es fabuloso lo importante es que seas feliz ..esa es la meta de cualquier persona la felicidad pero real no imaginada.
Un saludo y feliz tarde.

Albada Dos dijo...

Cada paso es un avance, de reflexión, seguramente. Sentirse feliz tal vez es saberse donde uno quiere estar y con quien quiere estar.

No hay fórmulas mágicas, sino el ir caminando, claro. Un abrazo