Sombras de la china

Dar la mano siempre es en silencios compartidos. A veces un roce basta, a veces un roce no basta...Cuando se da la mano se siente frío o calor pero nunca te quedas indiferente. La mano va seguida de la mirada y la mirada enfoca al sentimiento. Con la mano se hacen gestos que bastan sin hablar y con la mano, también se da la vida así como el adiós.

A veces nos sentimos solos, desamparados, desahuciados en momentos donde una mano amiga, te da calor y seguridad; te da el sustento para seguir caminando un poco mas pero en compañia...Con la mano haces todo en esta vida; hasta recoger a tu padre cuando muere y llevarlo al ataud. La mano lo manosea todo. La sensibilidad camina por los dedos en un roce de ternura o se hacen fuertes y despiadados en una pelea...Hay quién tiende la mano al enemigo como quién le da un vaso de agua y entonces, la humanidad no tendría otro sentido cuando una mano amiga no te toma la mano sin darte la paz.

Hay manos feas y manos bonitas movidas por el corazón. Quién las toma, las recibe.  No se piensen que nadie se queda indiferente sin ese recuerdo pues al tomar su mano, algo cambia para mejor...