viernes, 8 de enero de 2021

Una mente maravillosa

 


 

 Su cabeza estaba llena de ruido...Pensamientos y sentimientos le angustiaban la existencia sin orden ni concierto para llevarlo al borde de la locura. Las manías dominaban sus actos y sus intenciones. Las reglas de adentro y afuera excedían con creces sus posibilidades para hallar un equilibrio. La vida era un tormento desde que despertaba hasta que por la noche se echaba en la cama para dormir. Todavía podía aún dormir y a ratos; era lo que añoraba para evadir ese precipicio que lo empujaba a la sin razón. La mirada a veces estaba perdida en la nada cuando la noción de realidad jugaba con su mente en extrañas formas de visión...y era un adolescente de 16 años.

Poco a poco su razón se fué minando de fantasías y de sueños inalcanzables. Suspendía los cursos y se llevaba las reprimendas de sus padres. Huía de la realidad fría con la soledad que lo acuciaba apartándolo de los demás chicos. Una bomba se fraguaba en su mente y nadie tenía idea de lo que le pasaba. Al parecer es un chico raro, sólo eso, comentaba el profesor con otros compañeros. Poco a poco se fué aislando. La obsesión le angustiaba, los complejos se hacían más patentes y una voz, el día menos esperado, le ordenaba en su cabeza cosas absurdas que debía de hacer. Entonces llegó el cataclismo.

En el recreo comenzó a hablar solo, a reirse solo, a gruñir solo, a gritar, a llorar, a dar patadas al aire y los niños lo tomaron por un payaso al verlo de aquella forma tan estrambótica. Por un momento, tuvo un atisbo de razón. Su mente entró en calma y el ruido cesó. La voz profunda y clara de su corazón le habló por un momento. Era la pureza de su espíritu quién vino a rescatarlo para que tuviera conciencia de donde estaba metido. Se puso de rodillas en el suelo cubriéndose la cabeza con sus manos y los niños se reían aún más inconscientes. El ruido de nuevo comenzó a sacudirle, la voz enferma de su cabeza le hablaba con ordenes absurdas y un grito de pedir auxílio salió de su boca implorando un: ¡¡SOCORROOOO!!. Todos los niños reían; todos menos una niña que se abrazó a el llorando... 



6 comentarios:

Susana Moreno dijo...

Qué historia tan terrible. Un beso

Campirela_ dijo...

Que historia muy bien contada. Es una pena que algunas enfermedades sean incomprendidas, y en vez de ayudar se rían de los que la padecen en vez de ayudar. Un fuerte abrazo

Rafael dijo...

Interesante relato.
Un saludo.

Sandra Figueroa dijo...

Que triste historia la de este chico de 16 años..... Hay cosas que no comprendemos y no deberíamos reírnos o criticar. Cada cabeza es un mundo... Saludos.

Albada Dos dijo...

Muy triste ese reaccionar de los compañeros de colegio. Hay mentes así, que sufren muchísimo además.

Por la variedad de la gente, por no colocar etiquetas de orate a la primera de cambio. Un abrazo, amigo

Meulen dijo...

Estamos rodeados de seres que necesitan mucho de tantas maneras y rodeados de ciegos , que poco saben ver ...

al menos aunque sea una persona es capaz de empatizar con quien lo necesita...
en este tiempo estamos llamados a la empatía en todo sentido de esa palabra...

Saludos.