domingo, 8 de mayo de 2016
Noche de silencios
La estrella más lejana en mi mirada, es fruto de mis sueños. Desde pequeño la admiro al momento que la rotación de la tierra por primavera marca su posición...Puntualmente, cada noche descargo mis anhelos perdidos en inmensidad del sentir, calibrando su distancia infinita quizá más cercana por verla... En silencio, la escucho y ella me escucha como si escucharse, fuera el lenguaje del silencio de mi corazón; incansable por encontrarme donde no hay un fondo finito del alma.
Aquella estrella es huérfana de nombre como hurfanos son los sentimientos no correspondidos. Ser sensible acarrea estas cosas; es ser un barco navegando por mi interior donde aquella estrella quizá, no llegará nunca a ese puerto que más deseo...
Cada año, sin falta, aquella diminuta luz adornada de aviones o de nubes, escucha mi mirada con nobleza; tan lejana y sola que a veces pienso si no es ella quién busca mi consuelo...
Con noble sentir, las personas necesitamos ayuda aunque sea del silencio. De un golpe con corazón y valor, abrimos nuestros sentimientos y explotamos en lágrimas reclamando la exsistencia de ser más humanos en todas sus consecuencias pues el corazón, puede con todo aunque no haya respuesta y sus lágrimas, corren perdidas buscando un no sé qué en la hondura...
Ya, repuestos del llanto, proseguimos nuestro camino viviendo a cada paso con estos sueños que quedan por cumplir...fieles a aquella estrella desde la infancia que por ser testigo, algún día nos verá morir...
sábado, 7 de mayo de 2016
Vencer las fronteras
En nuestro pensamiento también hay fronteras. Conforme vamos profundizando y descubriendo, nos acercamos a la verdad...Pero traspasar esa frontera no es nada fácil porque el corazón no se deja conquistar así como así. De esta manera, vamos desde la tierra del garrulo, hasta la tierra de lo mistico...desde esa tierra hasta la otra, hay un camino recorrido y en el mío encontré a dos fronteras que se dejaron ver.
Cuando la gente se eduque y reconozca el valor de las cosas, será libre sin necesidad de clanes, razas o credos y entonces, el mundo será mejor.
jueves, 5 de mayo de 2016
Una guerra civil
No reconocía el significado de muchos sentimientos porque jamás los vivió...Se escuchaban en las canciones y los proclamaba la gente que decían conocerlos pero ella nunca los conoció por vivir aislada del mundo.
Caminaba ausente de todo menos de soledad en tierras extrañas para el corazón; sin nada más que su voz interior que le relataba los sueños más hermosos jamás conocidos; la felicidad inalcanzable en lugares con carencia se sentir la plenitud no vivida...No conocía el amor ni la felicidad, era huerfana a edad temprana con el recuerdo de un beso roto en el alma...
Pasaban los años en medio de aquella guerra civil que jamás acababa. El perfume a sangre no era extraño así como el dolor de quien le arrebata la vida arrasandolo todo sin piedad. Conocía la enfermedad, el hambre, las violaciones de los soldados, las diarreas interminables y el miedo lleno de fantasmas que a veces son reales...
Siempre en nombre de Dios la gente mataba a las familias...Pero ella llevaba años sola con sus sueños y casi salvaje en guardia para que no la mataran, para que no la volvieran a violar, para escapar de aquel desastre y no morir en el intento...
Llevaba varios días durmiendo con un perro sarnoso que la seguía buscando su amparo. Al principio le tiraba piedras o le daba una patada para que se fuera pero, aquel perro la seguía con mirada triste y temerosa. En alguna escombrera se despertaba con aquel chucho durmiendo a sus pies que con algo parecido al cariño, le dejó que la acompañara y compartiera la poca comida que les sivieran...
Las calles de aquella ciudad eran irreconocibles así como sus gentes desprovistas de todo; hasta de su raza noble...Los franco-tiradores apuntaban con crueldad a todo aquel que era sospechoso de nada, tan solo de vivir y aquel día, una bala le perforó en el vientre con caida fulminante de muerte.
Su perro, la única posesión que tenía en esta vida, nunca se separó de aquel cadaver hasta que alguien con una pistola lo mató cuando le enseñaba los dientes ardiendo de rabia para protegerla...
martes, 3 de mayo de 2016
Una flor extraña
Quería escribirte consuelos
lunes, 2 de mayo de 2016
La ciega
Buscaba tu mirada
y hallé calor.
Busqué tu luz y
estaba en el corazón.
Ciega la mirada;
iluminada de sentir
y en el sentir,
tu luz...
Eleutheria
Cuenta la leyenda que hubo una mujer a la que nadie conocíó. Caminaba por las calles iluminando belleza a la vez que misterio mas, jamás se le conoció amor...Su voz era encantadora con unos ademanes tan refinados, que venían del Olimpo. La constitución de su cuerpo se prolongaba en cada recuerdo como eco de lo sublime... Las mujeres le tenían envidia, los hombres deseo y la naturaleza, afán en imitarla con la procreación de cada ser vivo...
Corrían las habladurías a lo largo y ancho de Grecia comentando que estaba encantada; hechizada por un conjuro maldito en la que estaba destinada a no conocer el amor. A su paso, los pájaros parecían cantar a la primavera más fuerte y las palomas blancas, alzaban el vuelo en cientos de alas batientes para cubrirle el sol de su piel blanca. En su mirada azul la gente conocía el mar. En su pelo negro, conocían la noche más oscura. En su tacto al roce de sus manos, las sedas de oriente y en su voz, las maravillas que esconde el corazón para quién sabe escucharlas...
Hubo conspiraciones contra ella; crueldades de los humanos con corazón roto que se vengan de lo sublime por no poseerlo y también de quién conoció la belleza pero no la mantuvo... La mujer más hermosa del mundo era Griega y filósofos debatían en la universidad de las sinrazones que causan los desvarios de la gente normal cuando una musa, les roba el corazón. Jamás podría ser amada ya que rallaba la divinidad y eso era como ofender a los Dioses.
Su vida era completa soledad. Decían que venía de tierras extrañas, allá donde los conjuros de los Dioses envían una maldición para todo aquel que quisiera hacerse con la sabiduría pues, quién se enamoraba de ella, perdia toda orientación de juicio y claudicaba así hasta la muerte más ordinaria...
A cada respuesta suya no había quién la reclamara y en cada acto, todos huían por no tener cabales sus sentidos en imitarla. La mujer más bella del mundo era Griega y se llamaba Eleutheria...
Obraba de la forma más inteligente conocida en cada aspecto de la vida. En su profundidad se divisaba la profundidad de quién es libre en todas sus consecuencias pero, la soledad y la virtud, la libertad y la belleza, la crueldad y la sabiduría, se dan la mano al juicio humano.
Los Dioses la enviaron al siglo XXI como eco a tantas plegarias que la humanidad pedía en cada oración pero, en respuesta a la respuesta de esos ecos, la humanidad en su conjunto, destilaba las injusticias de la crueldad que da el no aceptarse así mismo cuando unos ojos se miran a un espejo...
Un día, Eleutheria bebía agua en un lago. Estaba cansada de vivir. Sus ojos la miraban en el espejo de la orilla, su torso desnudo era de nacar y sobre la superficie de aquel profundo lago, con lágrimas en los ojos, Eleutheria se dió un beso que la llevo a lo más profundo; donde cada día, las mujeres mas bellas del pueblo cubren su piel como quién reza a San Antonio con agua bendita...Recordando aquel eco del pasado y todo aquello que ha de tenerse presente en darse como fruto al Amor...
domingo, 1 de mayo de 2016
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