Hace nada que tengo el nuevo disco de Bill Fay y ya van tres. Si me miro en el espejo escucharía su música una o otra vez con recuerdos lejanos que se hacen cercanos cuando afloran en mi pensar. Creo que este es su disco más intimo, sencillo y desnudo.
Cuando pasa la tormenta llega la calma pero el corazón se acuerda de cosas que muchas veces no tienen nombre. La claridad del día ya se fué y la oscuridad me visita esta noche un poco más cansado debido a mi trabajo. Bill Fay me canta al oido como si pesaran las palabras venidas desde lejos. Fuera la gente va vestida de carnaval cuando hay quién piensa que un disfraz refleja aquello que quieres ser en realidad...Ahora me da placer el silencio. Me paseo buscando una palabra. El disco ha terminado. Un perro se escucha en mitad de la lluvia que se escucha cuando pasan las ruedas de un coche. Esta noche creo que estoy tan cansado como Bill. Busco otro disco que me saque o que me rescate cuando de mi equipo, se escucha ahora una armónica adornada con la voz rota de Tom Waits...
6 comentarios:
Tendré que escucharle. Muy bueno el texto, en el que reflejas esa añoranza de lo perdido, pero abierto a cambiar de disco, abierto a seguir adelante.
Un abrazo
El silencio, tan sanador a veces.
Besos.
Es bonito tu silencio.
Adoro el silencio y la música como su única invitada.
Mil besos.
Tú escuchando música y pensando en silencios..
Otros escuchamos el sonido de las letras que dices y se quedan con ese fondo tan tuyo que atrapa.
Besucos amiguco ,siempre sensible
Gó
En silencio te leo y tu música me saluda. Saludos amigo Buscador.
Hola, Buscador!
Estive escutando o vídeo de Bill Fay y su voz, que yo no conhecia, es dulce y maravilhosa.
Precisamos de momentos de calma y serenidade para refletirmos em nós y nos outros.
Tu texto está precioso.
Vem ao meu blog. Ele está en fiesta: cumpleanos. Gracias!
Besos y buena semana.
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