domingo, 7 de marzo de 2021

Qué significas para mí, si con la edad me haces marchita...

 


 

  Con la edad de los besos perdidos, ella se volvió a enamorar. No compredía ni asimilaba el por qué la naturaleza le hacía rejuvenecer pero en su corazón la primavera volvió a florecer...El era joven y apuesto, ella vieja y arrugada. Pero la vida florecía sin edad ni arrugas y los sueños de juventud la asaltaban como los pajarillos cantaban en su ventana canciones en celo. El brío del corazón la estremecía por aquella tarde que lejana y sola la volvía a seducir la brisa del amor. Lloraba cosas imposibles y a veces volaba con todo lo contrario. Se miraba al espejo con esa mirada vidriosa donde la melodía de la vida, era la sensibilidad de un nuevo canto con siginificado. El vello se erizaba en su compañía, el tacto la volvía loca cuando lo rozaba y su boca reclamaba un beso aunque fuera robado...

Pasaban los días con sus dudas. Lloraba para sus adentros en este mes de marzo con puertas a la primavera. Loca lo buscaba allá donde estuviera; dispuesta a todo menos a nada. Era una chiquilla virgen, era el candor del amor, era los sueños por cumplir cuando el amor se iluminaba en la cara y en la mirada con una simple sonrisa...era, siempre era con la edad mustia; arrasada y plena de vivencias como el desfile de todo lo bello y lo amargo pasados los 70...

El día menos pensado lo ve del brazo de una chiquilla. Pasan por su puerta en el mes de abril como el polen fecunda a la flor hembra y ella, se muere de dolor...

No puedo continuar ni seguir al sentir la pureza que se estrella en el desamor. Ella volvió resignada al invierno; al otro lado del muro infranqueable y el, abre sus sentidos al amor quizá no tan puro como ella te tuvo en su corazón...

  ¿Cómo hablarle, cómo decirle, cómo no sé qué? Si ya era vieja para cantarle a la vida. Si sus pechos, su vientre, sus caderas y a veces su ánimo, se inclinaban al suelo donde el día menos pensado descansarían por ley de vida.



4 comentarios:

eli mendez dijo...

Un texto que muestra un poco la crueldad de la que somos capaces.
La situación de la señora con un joven seguro tendrá desaprobaciones por doquier. Igualmente siento que podemos estar o no de acuerdo, pero no somos quienes para juzgar y que esas desilusiones basadas en el engaño la viven muchos jóvenes, chicos y muchachas que confían( cosa que esta muy bien , porque el amor se trata de confianza) y luego...chasss...sorpresa..
a veces es la mujer y otras el hombre los del engaño, pero siempre es dolorosa la verdad.
Me gusta la forma en que describes ese volver a vivir de la mujer, lo que significaba el amor en su vida, aunque por supuesto era una farsa.
Saludos Buscador de historias jajaj .. Lindo fin de domingo!!!

Albada Dos dijo...

Planteas un amor de senectud, peo es que a veces olvidamos que la edad no está en carnet de identidad. Y el desamor duele igual a los quince que a los setenta años. Es igual de duro. Ni la edad permite obviar ni aliviar el dolor de no ser correspondido.

Porque el amor, si llega, no mire el cuerpo, sino el alma primaveral. Un abrazo, amigo

jesus alvarez dijo...

Excelente esta historia que nos cuentas, como siempre encantado de visitar tu blog, un abrazo.

Campirela_ dijo...

El amor cuando te engañan da igual la edad que tengas. Pero no solo en las relaciones duele el engaño también en las amistades, y el entorno familiar. Una muy buena historia que siempre nos dejas para recapacitar. Un abrazo y feliz semana.