miércoles, 29 de noviembre de 2023

Esta noche duermo boca abajo porque las ondas ciberestelares y matutinas me anuncian un mal día...

 


 

  Cuando un corazón se sincera consigo mismo buscando una solución, es fácil que la encuentre. No se necesita magia y ni ritual ninguno cuando buscamos esa solución o esperamos un acontecimiento y a veces, confundimos la Fe verdadera con lo que es una superstición o una manía.

La gente lleva amuletos inimaginables, realiza actos incomprensibles o piensa cosas que nos harían reir y todo por salvarse de un mal que no ha sucedido aún. Sentirse seguro de si mismo tiene un precio que se paga con la realidad no con magia ni con enfermedad como es una manía.

Siempre lo profano impera antes que la verdad cuando no se alcanza. A veces un sin vivir es producto de una superstición y lo mantenemos así como lo alimentamos a lo largo de nuestra vida. El pensamiento exige verdades y hechos como nuestro corazón;  necesitamos un remedio ante la calamidad cuando nos vendemos a una superstición o manía para calmar quizás el miedo...

 

2 comentarios:

Campirela_ dijo...

No hay nada como creer en uno mismo, porque eso te hace estar seguro, aunque a veces todos tenemos debilidades que nos hace pensar en algún talismán para mejorar nuestro ánimo.

Abrazos.

Albada Dos dijo...

Estar bien con uno mismo y buscar dentro las soluciones es lo más aconsejable. Las supersticiones son absurdas.

Un abrazo, amigo