En estos días de incertidumbre, la primavera pasa su factura y el corazón se sumerge en una masa pastosa que son los sentimientos. Todo se remueve como una revolución a la vida y muchas veces estoy indefenso...El mes de abril dicta sus normas como cada año y yo me siento pequeño en una inmensidad. Mi mundo interior se revoluciona a cada segundo como si fuera la prolongación de ese infinito que me llama; que me espera como si tuviéramos una deuda pendiente. Pasan los años y voy sintiéndome cada vez mas viejo. La juventud ya es memoria de un pasado. Mi madre va soltando lastre y dolencias en su recta final. El río de la vida siempre desemboca en el mar y ese mar es la muerte. En estos momentos mis silencios se convierten en palabras que brillan en el cristal de mi gafas. Leonor me ha llamado por si puedo recogerla en Cabra y mi hermana está desbordada atendiendo a mi madre en Antequera. Este atardecer se pierde en un cielo opaco que anuncia tormenta. Pasan las horas enredadas de incertidumbres y yo ya estoy cansado de esa espera que nunca llega. El reloj mide el tiempo y el final, es como si fuera un cronómetro perfecto que desemboca en la muerte del ayer. Mi madre ya suspiraba con la mirada perdida de saber que todo esta por llegar. Se resigna con entereza en este mes de abril que puede que sea el último de su vida...
7 comentarios:
La contraposición a una canción de rock muy conocida de acá llamada "Ella Vendrá"
Abrazos
Es muy triste lo que compartes hoy.
Fuerte abrazo.
El tiempo a veces es el enemigo que no queremos que llegue nunca. Un fuerte abrazo.
Así es la vida, la hija cuidando a la madre, el hijo sabiendo, temiendo una partida anunciada, y entretanto la primavera sigue impasible, con su explosión de colores y las horas de sol alimentando el alma.
Un abrazo, amigo.
Nos hemos vuelto presos de ese carcelero impenitente que es el reloj, no dejamos de pensar en el paso del tiempo y en como se lleva nuestras vidas.
Saludos,
J.
Todos tenemos que pasar por ello. Un beso
Tristes palabras las tuyas Buscador, cuando tenemo a algún enfermo nos tenemos que repartir.
Un abrazo.
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