domingo, 6 de octubre de 2024

Otro día mas.



 En esta tarde ya oscura de otoño, te vuelvo a escribir. Casi ausente de la realidad me hablas por teléfono y me cuentas como te ha ido el día. Ya no puedes pasear sola sin el andador pero te empeñas en volver a tu casa para hacer la vida que hacías antes de caerte y cuando la razón aun te acompañaba. Eres fuerte, por eso aun no te has muerto...Pasan los días en tu centro de día para personas mayores. Me cuentas ilusionada de tus compañeros de clase y de lo bien que haces la rehabilitación para poder andar con soltura. A veces crees que estás en Rute en lugar de Antequera y quieres pasear por calles conocidas que ahora se vuelven fantasmas...

Hablas de tu muerte; de si caes enferma que no te llevan al Hospital Provincial donde tan malos momentos has pasado con papá y que tampoco te entierren en un ataúd en el cementerio que tan malos presagios te da. Quieres que te quemen y que tus cenizas se esparzan en unos olivos que hace años papá sembró y así lo haremos. Pero vuelves una y otra vez a tu independencia para poder vivir en tu casa y eso ya no puede ser. Te resignas a veces y otras no. Siempre tienes la espiritualidad especial que te da la Fe y creo que eres feliz. Visitas casi a diario la capilla de la Virgen del Rosario y yo sé de tu vida interior casi mística. Me miras como una niña cuando me escuchas, tienes palabras buenas con todo el mundo y a veces te enfadas cuando algo se te mete en la cabeza.

Cuidarte lleva a tu hija a muchos sacrificios porque te despiertas por las noches y eso mina la salud y el descanso cuando por la mañana Antonela tienes que trabajar si o sí para dar sus clases. No se cuanto tiempo te queda de vida pero estás cuidada al 100%. El día menos pensado llegará tu hora. Tengo por seguro que estás en paz contigo misma y con todos nosotros y que tus cenizas volarán entre olivares en lugar de pasarte la eternidad en el hueco oscuro de un nicho donde todo es frialdad, soledad y silencio...



1 comentario:

Susana Moreno dijo...

Bonito homenaje. Un beso