Ver para creer

Eran justo las 5.50 de la madrugada cuando la realidad se me mostró: Tuve un accidente de circulación. Jamás en mi vida pensé que me pasara lo inesperado con tanto peso así después, tengo presente la verdad de las cosas y no en creer lo que podría ser... Recuerdo perfectamente aquel golpe y lo poco precavido que es el pensamiento a la hora de hacer frente a una realidad que puede pasar sin previo aviso.
Mucha gente no se explica el porqué de tantas injusticias y la mayor parte de las culpas se las lleva Dios. Sin embargo creo que si el mundo fuera como nosotros lo deseamos, todo sería una película de cine cómico. Alguien me dijo en alguna ocasión que tener Fé era algo que oscilaba por épocas y por ello mucha gente se aparta y se acerca en esa idea de cómo llevarlo en su corazón. Llegar a tener una Fé sólida en Jesucristo es algo que trae de cabeza a muchísima gente y sus pensamientos se pierden buscando aquello que tantísimo les llama la atención. Me acuerdo de gente que posee una Fé inquebrantable y es de admirar su forma de ver la vida y hacerle frente. En un principio pensé que creer era propio de gente que no tenía los pies en la tierra pero naturalmente no es cierto. También admiro a los no creyentes y muchos me demuestran tener una humanidad y una filosofía de vida que ya la quisiéramos muchos.
Comprender el porqué de nuestras dudas y los misterios de esta vida, puede ser un largo camino de aprendizaje sin embargo, existen formas de pensar para recorrer este mundo con pies de atleta. Mucha gente se cae y se vuelve a levantar una y otra vez pero la cuestión es buscar la mejor manera de encontrar el equilibrio y no perderlo en un traspiés. Aquel accidente de circulación se ha repetido en mi memoria infinidad de veces por comprender que la realidad no tiene culpables por ser eso: " SÓLO REALIDAD" pero es tan complicado el pensamiento que hacerlo sencillo es un curso sin límite de duración. Cada asignatura que se supera es acercarse a nuestro propio estilo de vida...