jueves, 29 de septiembre de 2011

Coleman Hawkins








Hace unos meses mi amigo Andrés me regaló un disco de este músico. Quizás la mejor época de mi vida como aficionado al jazz sea finales de 50 y principios de los 60. Tengo discos verdaderamente maravillosos que me gustaría compartir. Me apasinona ese modo de vivir e interpretar la vida a traves de la música y de cómo la gente se las "apañaba para tirar pa¨lante"; de cómo los soñadores con talento e imaginación, se dejaban el pellejo en algún local por unos dólares hasta conseguir un reconocimiento. Cuando un músico de jazz acaricia su creatividad con esa elegancia, todo lo que escucho me sabe a poco. Los sentimientos se transforman en notas pues ese arte tiene una fácil explicación a la hora de sentir el mensaje del músico. La sencillez de Coleman está garantizada para la eternidad y dejarme llevar de su mano, es entrar en un mundo que yo mismo me invento...