lunes, 26 de agosto de 2013

Asignatura pendiente


Sin darme cuenta, los días se hacen más cortos. La luz tiene otro matiz al finales de agosto como si se anunciase un nuevo cambio...Mañana dicen que vuelven las nubes anunciando agua. La temperatura se hace mucho más agradable y como el tiempo, las personas sentimos cambios. Mi casa se vuelve más tranquila, la calle más solitaria, el sol se despide antes, el silencio y la soledad se hacen más íntimos. De pequeño llegar a septiembre suponía olor a clase y exámenes de asignaturas pendientes; siempre asignaturas pendientes. Mis amigos de vacaciones volvían a la ciudad y poco a poco el tiempo me engullía en la rutina de los días de clase. Quizás el mes más odiado era septiembre. Con los días contados, el otoño iba ganando terreno y los nuevos compañeros de clase se iban conociendo. Las clases y los profesores se volvían eternas. Mi pensamiento se evadía y atravesaba la ventana de la clase en miles de ensoñaciones. Los día de lluvia y el frío me calaban hasta los huesos con sabañones en las orejas y dedos. Siempre esperando el verano; mi estación favorita por entonces.


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