sábado, 1 de agosto de 2015
Impresionismo
El corazón de muchas personas es claro y no hay error...Sin embargo el talento está oculto y no lo sabemos distinguir en ese preciso momento. Nos vamos impregnando de las personas que conocemos a veces con prisas y otras menos. En su forma de ser, guardamos retazos de ellas por ser sabio nuestro corazón que no alcanzamos en la conciencia y es que, quizás alcanzar ese talento, es falta de nuestra madurez o nuestro atino.
Profundo es nuestro sentir si queremos sentir...
Pasan los días lejos de esa persona y aquellos retazos vistos desde la distancia, nos dan una clara imagen en valorar lo que no supimos apreciar...Es de lamentar mi poco atino por culpa de cosas que tengo que superar para llegar a mi corazón...y aquella mujer que guardo en mi memoria es una pintura impresionista que jamás aprecié cuando estaba cerca con defectos y que ahora, en la distancia, es perfecta.
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4 comentarios:
Toda imperfección tiene su admiración.
Un abrazo
Muy cierto.
Quizás, ese es el problema, en la distancia todo es perfecto, pero no tangible.
Tras la pérdida dulcificamos el recuerdo.
una lluvia de besos
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