viernes, 29 de marzo de 2019

La sonrisa de Mona Lisa



Tenía la sensibilidad para admirar y todo ello le condujo a buscar aquella sonrisa que ningún pintor pudo expresar. Estaba perdido donde encontrarla. Se pasaba miles de horas buscando un su interior la sonrisa de Mona Lisa porque sin duda, acertaba con las pinceladas de su corazón y la busqueda de aquel enigma...Ella vive sin duda mezclada entre la colmena de gentes que pueblan las aceras: se decía.

A cada labio, una expresión sin acierto. A veces se cansaba enormemente por encontrarla  pero aquello se convirtía en un hobby pues sabría que llegado el momento, aquella respuesta tantas veces buscada, sería tan real como la Mona Lisa.

Lo sábados eran visita exclusiva al museo. El guarda ya lo conocía y le permitía licencias que para un visitante eran motivo de expulsión...aquella sonrisa existe en realidad; se decía una y otra vez embargado en su mente en cada detalle; en cada certeza que le daba la Gioconda...

Ya se hacía viejo y con canas; casi rendido a la espera. Aquella tarde salía pronto del museo y había cola para entrar antes de que cerraran.

Pero en la cola había una mujer; una mujer que le acertó con un brinco en el corazón y supo que era ella sin duda alguna. El sabía que aquella sonrisa duraría sólo un instante y que él mismo era el testigo de una Gioconda viviente. No había error. Era ella. Se acercó a la cola de visitantes atropelladamente para tocarla; para guardar el tacto de lo eterno pero ella gritó como una loca cuando una mano la tomó de su pecho y la otra quiso rozarle los labios. El gritaba enloquecido: ¡¡La encontré, la encontré!! porque aquel enigma de su corazón ya no era enigma sino la razón a tanta búsqueda de aquellos años perdidos...


Cuantas veces perdemos la cabeza cuando el sentimiento puede con la razón...y lo que puede el sentimiento, jamás alcanzó la razón...




5 comentarios:

dijo...

Una búsqueda larga !!Y los sentimientos a los que nos atamos muchos como nosotros,debemos de saber conciliarlos un poquito más con la razón
Si no,nos arrestarán por falta de cordura,jajaja
Hoy te dejo una carcajada
Besucos pensador

Sandra Figueroa dijo...

Era ella, sin duda para el...... el sentimiento puede mas que la razón aveces...un gusto leerte, saludos

Albada Dos dijo...

No creo que se engañara, seguramente era la mujer de la sonrisa que buscara por tiempo, pero esa brusquedad no puede ser la mejor manera de presentarse a la mujer de tu vida :-)

Un abrazo grande y feliz finde

Aderet Ela dijo...

Buscador ese amor ya casi no se ve,
el ser fiel al sentimiento,
a quedado casi extinto.
Bienaventurado aquel que guarda una promesa,
y su amor conserva intacto.
Me ha gustado mucho este escrito,
Te abrazo, gracias :0)

Teo Revilla Bravo dijo...

Buscador. Muy interesante tu escrito, creo que es la primera vez que tropiezo con alguno de ellos, o de éstos que manejas por acá. Hay un vínculo cierto con el lector en estos relatos que se resisten a un final...
Me agradó mucho.
Un abrazo y gracias por visitarme.