sábado, 28 de septiembre de 2019

Interstellar: El amor como respuesta







Hoy es día de Navidad. Una bomba como un relampago a segado la vida de muchas personas. Ha sido sólo un instante, lo suficiente como que para una persona con sensibilidad no deje de repetirsele en su memoria mientras viva...Un silencio aterrador ha dejado sin palabras a la tripulación. La componen de varios paises y de lenguas muy diversas que se entienden en ingles. Este 25 de diciembre los ha dejado mudos a todos y se han mirado en silencio viendo como la barbarie de la guerra cruza en espacio para herir las miradas.

Misha Petrov tiene 27 años y se ha enamorado de John Smith, comandante en jefe de la expedición. Se desean y se aman en el sitio más romántico de la tierra...Las demás personas que forman la expedición son un alemán: Sebastian Müller y el español: José García.

Ya sabían que una guerra se estaba fraguando y el mundo entero estaba pendiente de un conflicto con vistas a que se extendiera por muchos paises.

La estación espacial internacional sigue con sus proyectos científicos. Al parecer, cuando varias personas conviven en un mismo sitio aparecen los lazos de amistad y desaparecen las naciones. Aquella bomba al parecer era una superbomba que los dejó sin habla. Desde la tierra les envían instrucciones y ellos preguntan preocupados que qué es lo que ocurre. Algo aterrador está sucediendo que puede sacudir la vida de muchos inocentes.

Les confirman que ha estallado otra guerra en un país que al parecer no era conflictivo y que se mantuvieran a la escucha de nuevas instrucciones. Hoy es día de Navidad. John tenía un gorro de papa Noel hecho con papel Misha intenta cantar Noche de paz  y los demás sonríen como niños en la inmensidad del espacio...Pero cuando la estación entra en la noche, ese resplandor los ha dejado sin habla. Un miedo les ha recorrido la columna vetebral y se han quedado en silencio...

José Garcia era previsor para celebrar la Navidad y llevaba una botella de Anis de su pueblo para invitar a la tripulación; una botella vacía con el licor sin alcohol para hacerla sonar con una varilla de metal.

Desde la NASA comunican la peor de las noticas y Misha se abraza a John hecha un mar de lágrimas; maldiciendo la tragedia que se cierne por todo el mundo. Al parecer y según las circunstancias no pueden bajarlos a la tierra; que dosifiquen los alimentos y el agua hasta que todo se tranquilice. La comunicación se corta porque acaba de caer una bomba sobre la NASA: están vendidos y puestos en el olvido. Intentan contactar con otros paises y nadie responde: están solos en el Universo.

Pasan los días y los relampagos de las bombas no cesan en ningún país y ellos no tiene ya qué comer ni aqué atenerse. Misha, viendo el final de cada uno y el suyo propio tiene la idea de poner un mensaje en aquella botella de anís con la palabra PAZ en todos los idiomes del mundo y así lo hacen...

Ahora como tantos objetos que formamos la basura espacial, doy vueltas a la tierra con un mensaje escrito en mayúscula: PAZ. Los tripulantes de la estación epacial llevan días muertos y para sobrevivir, con el primer miembro practicaron canibalismo y así sucesivamente. La Tierra se ha envuelto en una nube opaca y yo, pobre de mí, llevo un mensaje de PAZ...




5 comentarios:

Albada Dos dijo...

En planeta Tierra quedaron pocas personas. En la nave espacial ninguna. La botella con su mensaje de paz llegaba tarde, sin duda, rematadamente tarde. habían pasado tres años, cuando un asteroide chocó con la botella, haciendo que adquiera trayectoria dependiente de la gravedad del planeta.

En la costa catalana dormían plácidamente cinco jóvenes, que se habían salvado por estar buceando por la islas Medas. Laura y Luis eran pareja desde antes de la hecatombe, y estaban pescando en ese momento, cuando vieron un disco que se acercaba a la tierra, formando un chispazo al entrar en la atmósfera. No se asustaron, porque era frecuente, pero tras el chispazo aterrizó una botella de vidrio requemado por la fricción. Desde fuera se leía la palabra PAZ. Se miraron, se besaron, y en la noche engendrarían el tercer hijo, que fue niña y que llamaron Paz, como habían llamado Esperanza a la segunda y Luna a la primara. Ésta en unos años podría ser madre y tatuarse la palabra mágica en su corazón de golosina.

Por un decir, Buscador. Un abrazo

Amapola Azzul dijo...

Lindo relato Buscador.

Besos.

Susana dijo...

Qué historia más tremenda. Un beso

Ángeles dijo...

Buscador, es un relato de ficción que bién pudiera ser cierto en cualquier momento de la era que estamos viviendo. Los hombres no aprendemos las consecuencias de las guerras, creo y afirmo que ya los primeros homínidos de nuestro planeta, alzaban un palo o el femur de un cadaver como arme destructiva para atacar a sus semejantes...
Después de haber leído y visto en fotografías todos los horrores que trajo la segunda guerra mundial, los hombres, habríamos aprendido algo del horror al desnudo, pero no, seguimos haciendo armas cada vez más mortíferas y misiles arrasadores de toda vida.
Su relato es ficción muy bien escrito, pero...¡podría ser cierto! o acaso ya lo ha sido y vivimos dentro de un sueño irreal.

Un abrazo con mi cariño.

Flor dijo...

Llego tarde , pero puedo decir que este relato bien podría a ver sido real , cuando los americanos tiraron la famosa bomba de hiroshima , y los poco supervivientes , pagarían con mucho agravio durante muchas generaciones , esa maldita guerra , muy buena historia , mi querido amigo buscador , te deseo una feliz noche besos de flor.