La aventura de viajar por dentro

 

 

  A veces la verdad se resiste y caminamos en incertidumbres. Otras veces, encontramos soluciones de forma casual. Las personas mantenemos una batalla con nosotros mismos  en el afán de encontrar la verdad. Tengo momentos de lucidez cuando estoy dormido y hallo la verdad; tengo momentos de lucidez cuando la urgencia lo requiere...Tengo momentos insípidos y estúpidos donde mas que nada, me observo idioteces. Desde la lejanía se divisan mejor las cosas y sin embargo, guardamos en la memoria infinidad de cosas que entrelazamos con la verdad, son esas cosas a las que vemos un nexo de unión. También existen momentos lúcidos que circulan a la velocidad de la luz cuando hay otros donde no vemos al león que nos come. La diversidad del pensamiento es particular. De jóvemes quisiéramos ser maduros y de maduros, quisiéramos regresar para rectificar donde ya no podemos. Con la edad las facultades se pierden pero en el fondo del corazón, hay algo que es inamovible y que nos hace caminar. Mi mirada se pierde en el vacío de mi salón buscando en el interior y sé que algo está por nacer cada vez más y más latente; rozando tu corazón a un tiro de distancia que es mínimo para besar la verdad.