Mi corazón en venta

Entras como una melodía en mi corazón y ya no sales de mi pensar. Voy por la calle con cara de tonto; hablándote como si estuvieras escuchando mi pensamiento. Los amigos se ríen de mí cuando me ven flotar en mi nube y lo peor de todo, es que no te conozco. Sufro los efectos de un flechazo; de un hechizo, de un conjuro de una enfermedad mental que se llama enamoramiento sin conocer a la otra persona. Mis cambios son radicales. Lo mismo río que lloro, lo mismo me quedo en casa o salgo para despejarme de ti... Te enredas en mi pensamiento y afloran partes de mi ser que desconocía. Tu nombre lo deletreo, tu cuerpo se vuelve nácar y yo me siento volar como un joven que tiene ya 55 años. La palabra amor tiene un significado que no es otra cosa que pureza. He conocido la felicidad, no me siento solo, me gusta mi trabajo, ejerzo mis aficiones, tengo mis amigos y ahora de golpe y porrazo, apareces tu en mi vida. Soltero de nacimiento aún me mantengo cuando miro al espejo y me sonrío como un tonto del cipote viendo en mis ojos el brillo del amor. ¿Pero tú la conoces? - me pregunta mi madre- y yo le digo que no y mi madre me dice: Eres jilipollas hijo mío. Así de esta manera pasan los días con esta enfermedad del enamoramiento casual cuando me reconozco tímido, sensible, imaginativo y tonto en mis presentes actos. Le regalo 20 Euros a la primera persona que me saque de esta pesadilla porque en realidad, esto del flechazo está echando mi vida a perder.