Hoy cantan las campanas desde la Iglesia de Santa Catalina. Al medio día, has pasado por la puerta de mi casa en silencio subido en tu borriquita y con una banda de música detrás. La Semana Santa ha comenzado para mi. Como cada año repetirás todo aquello que fue hace siglos pero que el que tiene tu Fe en el corazón, sabrá de ese mensaje que perdura y perdurará...
Metidos en el mes de abril, la primavera nos da cambios de ánimo y la sangre bulle. La vida estalla por todas partes y yo, siempre esperé el mes de abril como quien espera una esperanza o hace un juramento... Cada semana santa te miro a la cara mientras tus costaleros van meciendo tu trono paso a pasito y sin embargo, quiero pedirte algo que para ese momento guardé pero, viendo tu cara ensangrentada, una y otra vez te digo que no quiero nada y me dejas en blanco y tan en silencio, que siento que me escuchas como cada día del año.
No soy de misas ni de procesiones pero cuando te acercas por la Calle del Cerro arriba, tu mirada se detiene en la mía y, todo es silencio...
Me has hablado, me has advertido y has estado junto a mi cuando más te sentía y cuando menos, me has dado la mano en esos momentos que se guardan para el recuerdo con esos silencios que tiene el corazón...Ahora me emociono cuando te conocí en el Hospital de San Juan de Dios y como siempre, los dos estábamos solos en la capilla; yo en el último banco a la derecha y tú, en esa ventana que se abre para mostrar la sabiduría que todo el mundo lleva dentro y ahora, como cada Viernes Santo en el Cerro a la altura de la chorrera, sigo sin pedirte nada porque tu te lo mereces todo...
2 comentarios:
Un texto muy sentido. Un beso
Hoy, domingo por la mañana, ha pasado una vez la mismo procesión por la puerta de mi casa. Llevaban una imagen delante, luego venían los feligreses. Tendría que comprobarlo, pero estoy seguro que año a año son cada vez menos.
Saludos,
J.
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