Aquellos años la pusieron a prueba. El frente estaba cerca y ella aunque republicana, vivía en zona falangista. Vivir en aquellos momentos era una aventura y una temeridad. En el pueblo se sabía que su marido huyó para salvar la vida. No hubo quién no la señalara con el dedo y también quién se quisiera propasar con ella buscando el placer carnal a cambio de comida...El hambre y la necesidad, la falta de todo lo esencial, hacía que muchas mujeres se vendieran a cambio de no pasar hambre.
Pasó un año y ella quedó embarazada. Su suegra la escupía a la cara, sus cuñadas la maldecían y alguien le rapó la cabeza mientras que sufría para sus adentros lo que no se podía decir: Era una puta mas del pueblo. La miseria rondaba por su casa como el hambre. Pasaban los días y la guerra terminó. Llegó la posguerra que era peor que la guerra y sola en su casa parió un hijo. Pasó mas tiempo. Su modo de vida era el estraperlo para poder vivir y la gente que se arrepentía de ser republicana tenía el perdón para escapar de la cárcel o la ejecución pero ella no estaba sola en la casa además del hijo que era de su marido y de nadie mas pues todo aquel tiempo de guerra y posguerra, estuvo escondido en una minúscula estancia hasta que vinieran tiempos mejores...
5 comentarios:
Gracias, por dejar en mi entrada tan espléndido relato, me ha gustado como lo has relatado y con toda una verdad , las lenguas afiladas matan más que una espada.
Recuerda a un cuento de Borges, Pedro Salvadores.
https://liliana-dispert.de/downloads/Jorge_Luis_Borges_N1_2.pdf
Una mujer tiene a su marido refugiado, dice que huyó. Y es repudiada, por tener hiijos, que atribuyen a un amante. Una acusación de la que llegan a arrepentirse.
Será que ciertos conflictos son iguales en todas partes.
Hubo casos así en ambos bandos. Un beso
Llevó tiempo, pero llegaron esos tiempos, al menos brevemente.
Saludos,
J.
Una época muy difícil. Has narrado una situación que vivieron muchas familias en este país, incluso hubo mujeres que sufrieron el insulto por parte de sus convecinos al quedarse embarazada del marido que ocultaba, claro que la gente no sabía ese detalle.
Fueron mujeres muy valientes que soportaron mucho durante la guerra y más en la posguerra; muchos se vengaron inhumanamente acusando a amigos, conocidos y vecinos ante los fascistas en muchos casos por envidia o antipatía. Un abrazo
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