Pasan los días como cogidos de la mano. Llegan las tardes mas largas y los amaneceres me cogen casi siempre por la carretera. Hay tiempo para pensar en todo y a veces me evado con mis silencios como quien se escapa de la rutina. La imaginación se pone en marcha como un juego que se hace mi favorito...Hoy quise escribir sobre algo que no acababa de nacer y también quise hacer algo que no acababa de cuajar. Camino como todos los días por Córdoba donde las calles se hacen mas y mas bulliciosas; con su luz particular y sus jardines en flor. Sin embargo, hay algo en mi interior que no da su luz pero si desasosiego; algo que me llama como quién tiene una cuenta pendiente que nunca se termina. Quizás la primavera trae estas cosas sin explicación pues todo está en ebullición como la sabia de las plantas. A veces las personas somos bastante o muy complicadas. Miro por mi ventana y sigo el vuelo de un vencejo incansable, miro al horizonte y un rayo de sol atraviesa una nube como si fuera una anunciación de lo divino...Pasan las horas incansables pero yo ya estoy cansado. Poco a poco la oscuridad acecha para pintar el cielo de estrellas. El silencio lo invadirá todo cuando en mis sueños, las imágenes se sucederán como cada noche y tu en algún lugar, cuando mi mensaje llegue a ti, yo estaré entonces ausente de la mano de Morféo.
1 comentario:
Lo que nunca te faltaría es la inspiración. Un beso
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