sábado, 30 de enero de 2010

A una estrella de Hollywood

Tenías labios carnosos con ganas de besar. Piel salvaje como los limones del caribe y pelo abundante hasta en tu sexo. Tus interpretaciones eran impredecibles y la verdad es que me contagiabas con tu sonrisa como lo más maravilloso de este mundo. Toda la gente te quería y en mi tele en blanco y negro aparecías los sábados en medio de unos gritos exacervados. Te mostrabas natural y sin complejos...tenías ojos llorones que anunciaban tristezas... sonrisas contagiosas cuando las cosas iban bién... suspense en la mirada por momentos de peligro...todo en tí parecía ¡tan de verdad!. Por las noches imaginaba mil aventuras infantiles y tú, te me abrazabas al cuello llorando; susurrándome al oido secretos salvajes en confesión de mucho cariño.
Desde siempre has viajado en mi pensamiento: Cuando miraba un árbol, el campo verde abierto, un lago de puras aguas o en mi comida vegetal de recreo por ser tu comida favorita...A veces yo sonreía en clase al recordarte y mi compañero me preguntaba por los motivos pues aquello era una clase de matemáticas. Para mi eras y sigues siendo la estrella de las estrellas; la fémina a la que menos le importaba el dinero y por ello se aprovechaban los directores de cine. En más de una ocasión me he despertado dando saltos de júbilo rodeado de aire y tan libre como tu naturaleza...
Hace tiempo que las radios nacionales me anunciaron tu muerte. Volviste a ser la dueña de las ondas y, de mi imaginación. La nostalgia me embarga por esos viejos tiempos que hacen honor a tu noble trabajo. Dejaste esta vida con edad avanzada y con muchas dolencias. A veces, el amor se vuelve como el recuerdo que nunca se va; como añoranza de lo que pudo ser y nunca fué...cosas de sueños infantiles por amor a una estrella de Hollywood...

Dedicado a la actriz: Mona Chita.

1 comentario:

VulKania dijo...

jajajajajaja mi Buscador preferido ...
En tu niñez ... te llegaste a enamorar de ella ???
jajajajaajaaj
Soberbio.
Besos de tu vecina.