La vida sigue

Hay momentos en mi vida que además de amargos, me dolieron en lo más profundo. Cuesta mirarlos cara a cara. Las cicatrices no maduran así como así. La tristeza del corazón se acomoda en estos momentos penosos, buscan una salida a lo que pudiera hallar un consuelo... Quizás, la evocación de esas cosas que tanto me afectaron, me las devuelve la tristeza como si fueran sueños incumplidos, una deuda de una realidad que fue muy amarga...
Los errores llenan vacíos. Ojalá mi próximo amanecer sea el inicio de una nueva vida. Qué bonito sería poner un punto y seguido a la vida por vivir y, un punto y aparte a mis fallos humanos; a lo imperdonable... Hoy esta tristeza la entierro con proyectos de poder ser mejor, muy a pesar de mis  posibles nuevas tristezas...