domingo, 9 de febrero de 2014

Mi lectora


Nos presentaron unos amigos comunes. Coincidíamos en gustos de música pero no me llamabas mucho la atención. Durante toda la tarde me has hablado y yo escuchaba a veces si a veces no. Tenías ilusión por compartir tu afición al Jazz, a los 80, cantautores, lo más moderno.... Son minúsculos los detalles que te iban haciendo grande dentro de mí. Hablabas mucho de los Talking Heads y recalcabas canciones que yo ya las había escuchado pero no con tu atención. A veces reaccionabas de forma muy natural sin importarte las maneras y, estabas feliz contigo misma durante toda la tarde. Llego la noche y cuando me bebí dos cubatas de Ron añejo, empezaste a hablarme de poesía y de autores. Sabías como mantener mi atención y la de los demás pero desde que te conocí hasta ese momento, seguías siendo la misma sin variar un ápice. Entonces vi a una gran mujer enormemente bella...
A cada movimiento de tus manos, tu mirada, a quién te dirigías y de qué manera...cuando clavabas tus ojos en mí y descifrabas mis pensamientos. De mi culpa por tener mis prejuicios y no saber de tus virtudes.
Legaron las 2 de la madrugada. Bastantes cubalibres y sonaba Kiko Veneno. Entonces me puse serio y tu al cabo del rato me preguntabas por qué. Te dije que había sido un día muy especial para mí por conocerla y que aprendí mucho. Ella sonrió muy comprensiva y me dijo un secreto: Fué este. "Quise conocerte en persona. Ver a ese hombre que a veces me hacía llorar y otras pensar mucho y...a veces reir. Se quién eres y quise conocerte. Nada más"


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