jueves, 15 de julio de 2021

Una lágrima en el pañuelo

 
 

 Paul no soltaba su mano y ella se quería marchar... El tren lanzaba vapores mezclados con humo. Aquello era un ir y venir de gente en plena estación de Córdoba... Teresa soltó una lágrima y le dijo que no se llamaba Mary. Paul le dijo: yo me llamo Domingo.

- Aún así, Paul, no trates de entenderme, soy demasiado complicada y poco o nada previsible. Los silogismos conmigo se convierten en sofismas… Y sobre todo y ante todo quiero y debo ser leve.

Mary soltó su mano y Paul cerró el puño para retener aquella calidez; como si algo fuera suyo ahora; como si el corazón de aquella mujer se hubiera quedado impregnado en la palma de su mano y viviera en ella durante unos segundos. Aquellos labios, fresas en una película en blanco y negro, le decían el adiós más definitivo. Un final esperado porque Paul, hombre cabal, sabía de las fronteras de la amistad.

El silencio empañó la estación. Mary dejó el pañuelo en el suelo para que el viento se hiciera cargo de toda la soledad y subió al tren. Pero la despedida no podía ser definitiva, porque lo que dejaba a medias jamás cesaría de rondar en su cabeza. Las ruedas de la vida se movían con el tren, y con ellas el corazón de quien lo deja todo en Córdoba.

Lejos, en la distancia, un niño corría detrás de un pañuelo.


Buscador y Sirena

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 Bajo las ruedas del tren de Córdoba, se ocultan miles de historias. Millones de gentes de todas partes que hoy en día, confluyen en la misma vía donde Paul y Mary se despidieron. Son sueños presentes en cada corazón y, de muchos sueños ocultos bajo el cemento y las piedras...
El corazón a veces es viajero de recuerdos. Cada día, no pasa sin que Paul recuerde Mary en Córdoba por ser un lugar que suele frecuentar...A fuerza de pasar el tiempo y de tanto vivir, de madurar sin sentirlo a penas, vuelve aquel recuerdo. Sin coger su mano, siente la sangre de sus venas y aquellos labios rojos que cada mujer lleva por las aceras de Córdoba, adivina los labios de ella.
Paul escribía las poesías más bonitas, los textos más originales, la paz de Mary más buscada. Un año tras otro, Mary lo visitaba desde Murcia como en un beso a larga distancia...
Ojalá este fuera el último escrito de Paul. La felicidad solo consiste en ser agradable...pensaba Paul y Mary, sabe que a pesar de la distancia, las ruedas de la vida giran en aquel mismo lugar una y otra vez. Donde Paul y Mary se separaron y bajo el cemento de aquella estación, miles de historias aún viven para ser descubiertas...
Paul esta noche, no pudo evitar pensar en Mary..

Buscador.

 

 

6 comentarios:

Campirela_ dijo...

Historias de amor inacabadas que vuelan en el aire a miles de kilómetros pero que hay siguen a pesar del tiempo ..La esperanza de volver a reenamorarse queda latente en las letras. Un abrazo.

Susana Moreno dijo...

Las estaciones atesoran muchas historias. Un beso

Sandra Figueroa dijo...

Que romántico me parece un paseo en tren. Historias de amores que quedan grabadas en cada vagón........ Lindo leerte amigo. Saludos.

Siby dijo...


Que buena historia con romance
y en el tren, debe de ser bonito
enamorarse en un tren, o en cualquier
viaje verdad, me agrado visitarte.

Besitos dulces

Siby

Albada Dos dijo...

Ese dueto es excelente. Hay figuras qlegóricas que enamoran.

Felicidades a ambos. Un abrazo, amigo

Anónimo dijo...

makasih atas artikelnya,


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