Qué cosas andan por mi cabeza ahora, cuando te siento como si estuviera a la orilla de un río...Qué plenitud me inspiras en la vida que sale al encuentro de un soñador. Me quedaría así pues eternamente en este texto y nunca dejaría de escribirte sobre la paz que siento...Sonríes como una niña y eso me encanta. Estas impaciente cuando el pulso de tu corazón me da esa vida que necesito. A veces la Paz no tiene calificativo cuando son tales sensaciones las que me embargan...y termino mi texto hambriento de lo que sucederá porque a la otra orilla del río, me estás esperando.
Por un momento
un hilo me une a lo profundo.
Siento su pureza y fragilidad.
Pureza inagotable al
venir de mi manantial.
Fragilidad por perder
el origen de ese momento...
La sensibilidad,
va de puntillas por la vida
pues lo bello del momento,
quizás no se repita nunca.
Jamás de esa manera...
5 comentarios:
Mucha belleza en tu texto, poético de principio a fin, que contagia esa plenitud que sientes al escribirlo.
Abrazos.
Un texto muy romántico, lleno de ilusiones y esperanzas de amor, me gusta mucho.
Saludos.
PATRICIA F.
Aprovecha, no lo dudes, aunque no se repita, a rebañar la vida.
Un abrazo, amigo
La paz no te la puede arrebatar nadie. Un beso
Algunas veces escribir sirve para ordenar las ideas y darnos cuenta de lo que buscamos y/o necesitamos.
Suerte,
J.
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