sábado, 31 de agosto de 2024

La muñeca rota

 

 

 

 

  Ella no sabía que es lo que había mas allá de su ciudad. Su corazón puro le hacía ser noble para todo y nunca protestaba. Besaba a todo el mundo como quien ve a un ser querido después de décadas en ausencia...Sin embargo había quién se reía de ella y quién la ignoraba por ser diferente. En su centro tenía amigos y profesores; gente que la enseñaba a valerse por si misma fomentando todas sus cualidades. En casa, su vida era la ventana que daba al parque. Su madre ya estaba mayor y ella contaba con 45 abriles. Sus hermanos ya se casaron y sus sobrinos apenas la llamaban como quien llama a un amigo para salir a dar una vuelta. A veces lloraba por cosas que surgen en el corazón; tristezas de saberse diferente cuando en su centro si la respetaban tratándola con cariño. Ya hace 5 años que se enamoró y tres desde que no lo volvió a ver...Al parecer enamorarse tiene su precio y la familia de Ramón no quiso esa relación. Los dos se querían; se sentaban juntos a comer, a ver la tele, a decirse te quiero, a tomarse de la mano pero, su familia no la aceptó. La resignación se hizo su amiga para muchas cosas...Cada día, una chica la llevaba al centro y ella decía que sabía ir sola; que la dejaran ir a la escuela sola pero, nunca la dejaban. Llegaba septiembre después del caluroso verano. Estaba ilusionada por ver a sus compis y a sus profes. Lo primero que preguntaría era si ese año estaría Ramón.
Bajó por la calle de La luz, a la vuelta de la esquina estaba la Plaza de La Trinidad y al fondo, la calle del Fresno. Justo al final estaba su escuela pero, en la acera, había una muñeca rota y ella detuvo su marcha. La tomó entre sus brazos y le acarició la melena. La chica se la quiso quitar para tirarla al contenedor de basura pero se negó como nunca se había negado a nada. ¿Pero, porque la quieres si está sucia y rota? le dijo su acompañante y ella dijo: Porque es como yo.

 

 

12 comentarios:

Campirela_ dijo...

El identificarnos con algo o alguien nos da esa sensibilidad par apreciar más las cosas.
Un abrazo.

Vivir y dejar Vivir...Liz dijo...

Buscador, me dejaste este relato como comentario en mi blog, y me emocionó leerlo.
Mi hermanita es especial, pero ella no camina sola, depende de toda la familia y mis hijos la adoran, todas las semanas nos juntamos en la casa de mis padres y ella se ve tan feliz, como dices tu, es puro amor, es dulzura, es mi ángel.
Gracias querido amigo por dejar este comentario que me llego al alma.
Te dejo un abrazo y besitos, que tengas un feliz día
Escribes con el corazón

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Porque es como yo. Emotivas palabras.
Una mujer que pudo tener una vida plena. Pero no la dejaron, no fue aceptada por la familia de alguien con quien tuvo un romance. Y ese fue demasiado cobarde para defender.
Por una vez, ella ha tomado una decisión propia,
Bien contado.

Somos Artesan@s de la Palabra dijo...

Hola Buscador, escribiste una historia maravillosa, tan real como la vida misma, expresa claramente muchos sentimientos, captaste a la perfección lo que puede llegar a sentir una persona con capacidades diferentes y discriminada por la sociedad. Realmente me gusta mucho y me hubiera gustado que l publicaras el enlace de la misma en nuestro reto que finaliza mañana, bien vale la pena que otros también la lean.
Un abrazo.
PATRICIA F.

Albada Dos dijo...

Esas muñecas rotas de desamor, y sí, hay demasiadas en forma de mujer. A menos con forma de muñeca, inspiró piedad.

Un abrazo, amigo

Sara O. Durán dijo...

Conmovedora historia.
Un abrazo grande.

Susana Moreno dijo...

Hay mucha gente rota por la vida. Un beso

CRISTINA dijo...

Buscador, es una historia muy emotiva, hay personas que necesitan el contacto, sea de la forma que sea, para sentirse seguras. Y tienen los sentimientos a flor de piel.
Un abrazo.

Rosana Colombo dijo...

Muy buen relato, me encantó y me hubiese gustado que formará parte del reto. La próxima te esperamos en "Artesanas de la palabra". Cariños

José A. García dijo...

En el momento más extraño, que suele ser el más necesario, aparece aquello que nos indica que, después de todo y de tanto, no estamos solos.

Saludos,
J.

Nuria de Espinosa dijo...

Una pena que la protagonista se identificase con la muñeca. Es como si estuviera sola entre todos los que le rodea. Disculpa no vi tu participación al reto. Un abrazo

stella dijo...

Emocionada te leo, este relato se proyecta demasiadas veces en la vida real...tocas en el la sensibilidad del alma de tan forma sutil que la acaricias..
Como te dije iré leyendote poco a poco, iré poniendome al dia, me gusta cuanto leo
Un abrazo