lunes, 9 de diciembre de 2024

Fuegos artificiales.


 Ausente de todo, yo te respiro. Me deslizo con la mirada desde tus pechos hasta tu boca y de tu boca a tus ojos que siguen fijos a la nada. Guardo tu aroma en mi memoria fabricando dentro de mi ser un sentimiento nuevo mientras te asomas a la ventana de mi silencio; tan inocente y ausente que crees que no te observo mientras tus pechos suben y bajan con la respiración en el brillo de mis ojos. Te robo con gula cada gesto de tu inocencia y en el cielo, una circunferencia perfecta, te provoca ese hoyuelo en la mejilla.


1 comentario:

Nuria de Espinosa dijo...

En el umbral de la noche, envuelto en la quietud de tu presencia, cada latido marca el ritmo de mi deseo silencioso. Te observo, etérea, mientras en la distancia tus pensamientos parecen flotar lejos de mí, ajenos a mi devoción secreta. Tus movimientos sutiles se vuelven tesoros invisibles, capturados en mi memoria como huellas imborrables. El universo, testigo mudo de esta danza, traza líneas entre nosotros, no de palabras, sino de miradas, de respiraciones compartidas. Como el cielo y la tierra, estamos tan cerca y tan lejos, unidos por lo intangible, por lo que no se dice, pero se siente.

Mi réplica, cinco lineas.