Los atardeceres son la pausa donde nuestra mirada nos hace pensar cosas que en otro lugar nunca existirían. No hace falta hablar como quien lo hace en una oración simplemente, llevamos la mirada suspendida en el horizonte para sentir desde el silencio, ese milagro que muchas veces nos sobrecoge...La vida entonces hace una pausa tal si fuera un regalo o una ofrenda en este detenimiento; como una anunciación en este silencio que reina en plena armonía quizá a lo que no llegamos a comprender pues mucha gente, pide un deseo como quien lanza una piedra en una honda llena de sinceridad y luego, la vida continúa como si nada hubiera pasado...Hasta que llega la noche.
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