Esta noche estuve de viaje con el alma desnuda. Lo mismo recorría calles desiertas como subía volando por encima de los tejados...Atravesaba campos y me adelantaba a amaneceres que pasados un momento, de volvían atardeceres. Atravesaba nubes, me hundía en océanos y hasta llegué a rozar a la Luna...Espiaba a gente querida y sentía lo mismo que ellos; todo un laberinto de imágenes, sensaciones, sentimientos, profundidad... Subía montañas y las atravesaba, entraba en casas y respiraba su aroma cotidiano tan característico. Entré en pensamientos tanto de animales como de personas para descubrir que somos muy parecidos cuando la palabra se esfuma. Visité países y en una terraza de Egipto, tomé asiento a tu lado para tomar un té contigo cuando sin esperarlo, alzas el vuelo como yo lo hago y te pierdes detrás de una estrella fugaz. Quiero perseguirte con la imaginación pues ya despierto de mi viaje y al abrir los ojos, la luz del día me saluda reconfortante donde este vuelo-viaje creo que nunca lo volveré a vivir jamás...
1 comentario:
Hay viajes que solo se hacen una vez en la vida y basta, para saber saborearlos.
Un abrazo.
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