Su silencio era una puerta abierta a lo desconocido. Siempre dejaba un halo de intuición y de misterio. Cada despedida no sabe cómo lo hacía pero existía un eslabón que lo unía aun mas a ella. Quizá su silencio era un perfume que lo llenaba de sentimientos por desearla aun mas y mas; adentrándose en un erotismo donde el silencio y la frontera lo marcaba ella sin dar un paso atrás...Y el le dijo:

- Cada noche es un sin vivir como si fuera el adiós mas definitivo. Con cada silencio me llevas y me traes tal si fuera un puñal donde no hay muerte sino, la inmensidad de la vida que florece en mi ser. Sufro porque a veces eres un misterio o un imán donde deposito mi amor...

Ella lo mira con ojos vidriosos y su dedo índice lo deposita en sus labios pidiéndole que se calle porque de su boca, nacen sus silencios...