A veces me solía emocionar por cosas que claman desde lo más profundo. Era un niño sensible y muy impresionable de esas cosas que no comprendía pero que a uno le calan en el corazón de tal manera, que hoy siendo mayor, son guía de mi crecimiento espiritual y personal...
El misterio forma parte de cualquier persona cuando alguien o "algo" le cuenta la historia o el cuento para vivirlos de tal manera, que la imaginación se prolonga en causar fascinación, miedo, angustia o aquello que merece la pena vivirlo sin tener un sentido de lo real a lo que pueda dar una claridad.
Hondo es el sentir cuando carece de palabra. La imaginación, la sensibilidad... todo crea imágenes que son sentimientos para un niño que no tiene esa idea para suponer una creencia enorme que de una manera u otra, ya forman parte de su corazón y su futuro crecimiento personal...
El camino de la vida nos aguarda así como también desvela cosas que son buscadas o encontradas al azar. Desde nuestra infancia, poseemos semillas en el interior y en nuestra conciencia son secretos por descubrir. Pienso que la madurez es muchas veces el resultado de todas esas cosas que pululan por nuestra cabeza hasta que algo real se afirma tal como es nuestra verdad mas indiscutible.
La verdad existe en el corazón. La edad madura busca esa verdad primigenia para no estar perdido ya que casi todo es infelicidad e inseguridad...Nuestra niñez parece ser un refugio que por muy inocente que sea, es verdad absoluta y entonces, ¿dónde está el educar si la finalidad de esta vida, consiste en sus principios?...Yo sigo en mi búsqueda mas pueril para palpar en mi edad adulta, la magia de la niñez...
6 comentarios:
Hola Buscador. La infancia suele marcarnos profundamente y el compartir sentimientos creo que es positivo. Los recuerdos son grandes maestros y a mi me has trasladado muchos años atrás tu entrada, justo a mi infancia...
Amistosamente.
Éso es lo ideal.
Besos.
Aunque creo que lo conseguiste...
Una magnifica sobre la vida y el existir. Yo aun ahora hay muchas cosas que me siguen emocionando, tal vez porque mi niña sigue dentro de mi.
Un fuerte abrazo amigo!!
Aún siendo adultos nunca tenemos que perder ese halo de niñez y de misterio que todos tenemos ..Me gusto tu texto .
Un abrazo .
Es bueno, y real, que la adolescencia nos marca, y donde hubo una niño sensible, acabará habitando un adulto que sigue siendo sensible
Para bien. Un abrazo
somos los arquitectos de nuestra vida
por eso debemos saber que tipo de peldaño vamos agregando a esa escalera
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