jueves, 20 de agosto de 2020

Un hasta luego o un adiós

 

 

  Me encuentro en otro tiempo. Hace poco tuve un accidente con mi Toyota electrico. Iba a 180 por hora en una carretera secundaria. Un perro enorme se me cruzó y con el tremendo golpe, estoy ahora en esta dimensión: "La dimensión de la locomoción" según me informa un agente de tráfico que también falleció en otro tiempo pues su coche de patrulla es un 4 latas accidentado mientras perseguía a unos delincuentes; aquellos tiempos de la época de Franco.

Al principio no te acostumbras mucho a esta nueva vida. La gente del tiempo de donde proceden, van vestidos según su época pero son muy sociables y te cuentan por que murieron mientras conducían su vehiculo...Los hay borrachos, conductores con ojos ojerosos de cansancio, drogados, locos de atar o despistados que nunca saben donde van ni donde se encuentran. Me llama la atención un romano con su carro y su caballo, su lanza y su armadura que siempre está dispuesto a atravesarnos mientras grita en latín vocablos de guerra. Tenemos hasta un Rey de los tiempos de Mari-Castaña; cuando no había ni carros pues su medio de transporte es un pobre lacayo que lo lleva siempre a cuestas: da pena verlo siempre con su Rey a la espalda. No faltó tampoco un cowboy subido a un toro salvaje... Hay chicas hermosas, abuelos de familia que ya eran torpes para conducir y hasta niños pequeños que le han robado a su padre las llaves del coche... ya ves, tan jóvenes para morir sin saber qué es la vida...

Mi coche mola. Un bandido al estilo de Curro Jimenez con su caballo me pregunta cosas y no me cree cuando escucha el equipo de sonido o ve cómo funciona el GPS. Me llama brujo, espiritista, maldito...etc y me dice que no hay nada como su caballo; lástima que tropezó con la rama de un árbol sino, ya sería rico...

Al medio día, todos nos reunimos para comer. La tarde se pasa contándonos historias de nuestro tiempo; anécdotas que se repiten todos los días que pasan láguidamente, sin parar de conducir cada cual según el camino y su tiempo...Por las noches echo de menos a mi gente antes de dormir. He pensado con suicidarme a ver si cambio a otra dimensión o el Señor de devuelve a la vida después de la muerte pero, el guardia civil me dice que no lo haga o mi condena será más larga y pesada.

No imaginan la cantidad de gentes con motos, carros, camiones, bicicletas; hasta los medios de transporte más insospechados con los que me cruzo con mi Toyota. Cuando alguien como yo llega a esta dimensión, todo el mundo le hace un corro para ver las características de los coches mas innovadores. Pero pronto aparecen nuevos modelos y gentes nuevas...

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Han pasado 100 años desde mi accidente. Hasta entonces sólo venían vehiculos particulares pero empiezan a llegar soldados con vehiculos militares de todas partes del mundo. Preguntamos qué sucede en la tierra y todos comentan las calamidades con los desastres que nos ponen el vello de punta.

Llega el día que pasa en blanco. Llega el segundo día igual al primero y la vida en la tierra, ha terminado. El cielo de mi dimensión se cubre de negro como si fuera una nube que tapa el sol y todos los que estamos allí, desaparecemos en la nada más absoluta. Dios nos lleva a su gloria para reunirnos con nuestros seres queridos...

FIN.

 

 

11 comentarios:

Campirela_ dijo...

Un relato del futuro, donde personas que dejan aquí su vida por un accidente se reencuentran con personas en las mismas condiciones, no se sabe si será así, pero al ,menos tú dejas esa puerta abierta .
Ojala fuera cierto que cuando nos vayamos de este mundo en otra dimensión nos encontremos con nuestra familia y seres queridos. Un abrazo y feliz noche.

Siby dijo...


Seria lindo en el futuro reencontrarse,
con los amigos, es verdad esa otra dimensión
debe de ser muy interesante.

Besitos dulces
Siby

Sandra Figueroa dijo...

Un relato futurista que me gusto mucho leer... Saludos amigo Buscador.

JLO dijo...

Excelente. Gran relato con mucha fantasía. Yo dejé de manejar moto por el miedo de ir a verte un día de éstos con tu Toyota ja.

De lo mejor que leí por acá y será mi gusto por la ciencia ficción (y no por lo religioso je). Gracias entonces.

JLO dijo...

Ah y el título me hizo asustar mucho con una ida de blogger je... no se hace esoooo

Susana Moreno dijo...

Un relato muy original. Un beso

Albada Dos dijo...

Un futuro que no sabemos cómo llegará, pero con las problemáticos de siempre, y claro, la curiosidad de quien quiere saber qué pasó.

Un abrazo, amigo

Rafael dijo...

Es un relato muy original con ese final tan imprevisto, ¡felicidades!
Un abrazo.

mmhr dijo...

¡Qué imaginación tienes y qué bien lo escribes! Me ha gustado tu relato. ¡Enhorabuena! Un abrazo.

Alí Reyes dijo...

Guauuu...Eso dice uno cuando no sabe qué decir.

Frodo dijo...

No me gustaría llegar a ese cielo de los accidentados.
Me gustó el vuelo del cuento-relato. Lo más cerca que estuve fue cuando conducía carritos a rulemanes de chico (de madera, artesanales, hechos por chicos de 12 años). Pude haber terminado abajo de un camión o un colectivo.
Lo que se dice: inconsciencia juvenil

abrazo