jueves, 6 de abril de 2023

 

  El mundo a nuestra medida nos lo tenemos que fabricar con los pies en el suelo. Nada se nos da regalado y poco a nada nos viene siempre a medida...La gratitud debe de ser más sencilla ante nuestras expectativas y nada o poco debe de interferir en nuestra vida interior cuando poseemos una seguridad. De esa manera, todo lo demás se hace nada porque nada ni nadie nos puede en las ganas de vivir. Quizá esto que escribo proviene de un soñador pero, como canta Santiago Auserón: " Nunca creí poder soñar por eso estoy en la secta del mar"

 

 

 

1 comentario:

Sara O. Durán dijo...

Nada se nos da regalado, hay que esforzarnos siempre.
Y cuando algo se nos da regalado, desconfiamos.
Un abrazo.