jueves, 6 de abril de 2023

 

 Nunca supo de ella hasta la noche del encuentro. La oscuridad se perfumaba de fragancias nuevas que embriagaban los dos sexos y jamás pudo imaginar lo que aquella noche de primavera, pudiera hacerse sentir en el corazón como algo que ahora se hacía suyo...En la oscuridad, las curvas eran un dibujo para la imaginación y en la lengua, el sabor de su boca lo volvía loco. Ella le hablaba con embriaguez cuando derramaba su aliento entre el lóbulo y el cuello...El esperma resbalaba por las ingles antes de la penetración cuando ella, abrazada a la espalda, de placer se orinó... No hubo más gratificante que sentir el deseo de ese alguien que nunca jamás volvió a ver. Cada jueves santo en la media noche, el perfume de los naranjos en flor, le trae a ella en su recuerdo cuando la Luna esta llena... 


 

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