Si te olvidé fue solo un engaño a mi corazón porque tu estabas ahí y eso no fue un engaño. Ya sabes lo difícil que me resulta olvidarte y no fue por ti tan solo, que también fue por Dios pues el fue quien me empujó a ti.
Pues nada Maribel ahí estamos.
2 comentarios:
Los designios del destino son caprichosos y queramos o no, dirigen nuestros pasos, pero no los sentimientos. Un abrazo
Cuando el corazón decide no olvidar , no se le engaña tan fácilmente, el paso del tiempo es el que nos hace ir olvidando , eso si el recuerdo, si el amor fue grande perdura en un rincón de nuestra mente. Un abrazo , cuidate .
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