Parece que este mundo camina al revés. Siempre se sueña con el éxito en cualquier campo como si fuera una meta y no ser un don nadie; como si la fama fuera esa puerta a la felicidad como un triunfo personal y todo eso en parte, es mentira...
Vivimos en el vendaval de lo que es superficial y ese vendaval entra en nuestro corazón portando cosas que no son buenas para nuestra salud. Puedes ser bajito, feito, normalito y tantas cosas que acaban en "ito", para que la amargura entre en tu corazón de por vida cuando lo valioso, lo verdadero, está en tu interior...
No hay modas ni directrices para sentirte superior en una tierra que es vana. Es fácil sentirse perdido, solo; angustiado para alcanzar un sueño que es solo una quimera. Con frecuencia en esta perdición por el éxito hay quien se fija en nosotros y es tan inteligente que descubre en nuestra forma de ser a esa persona que nosotros por ser mismos, despreciamos cuando entonces nacen los complejos y la baja estima...
El éxito no es que te quieran ni te aplaudan como si fueras un fantasma que alcanza el éxito donde si tu te lo crees. El éxito está en los valores que tengas de la vida porque antes que a nadie te los descubra, ya los disfrutas tu y solo tu.
Que nadie te intente cambiar por lo superficial y si necesitas ayuda, pídela...
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