domingo, 4 de enero de 2015
Brisa
Cada atardecer de verano, me trae recuerdos de niñez. Corría por las calles persiguiéndome mi perro y cansado tomaba aliento en cada parada. Jamás pude olvidar aquella ráfaga de viento que acariciaba mi rostro. Se respiraba libertad y mi alma subía al cielo a cada bocanada de aire. Aquel viento cálido me sorprendía detrás de cada esquina como un bandido que me asalta. Hoy, 4 de Enero a las 4 de la mañana, gracias a una mujer he vuelto a rememorar aquellos días donde el placer de lo sencillo, es un tesoro lleno de matices.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Aquella brisa con a libertad , casi la puedo sentir, bien por esa dama que te lleva a esos detalles del recuerdo que nos libera ... recibe un abrazo
Me alegro de que una mano dulce te haya transportado a esos paraisos de la memoria.
Como dice Bichita, bien por esa dama que te endulza la vida.
un beso
Publicar un comentario